Adaptación de Gretchen Fournier del artículo de Katherine García publicado en la revista Sierra.
En la mayoría de las campañas de defensa, es importante hacer una pausa para reconocer las buenas propuestas y luego seguir presionando para fortalecerlas.
Esto aplica a tres nuevos comunicados hechos la semana pasada por la administración de Biden sobre transporte sustentable, que representan pasos importantes en “electrificar” los vehículos en todo el país y, sin embargo, todavía no alcanzan las metas a las cuales debemos llegar en lo que respecta al sector del transporte.
El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático suena la alarma de la crisis climática una vez más: el daño causado por la quema de combustibles fósiles solo empeorará a menos que se reduzcan rápidamente las emisiones que afectan el clima.
Aquí está nuestro desglose de los comunicados y lo que debe suceder después.
Los estándares de “vehículos sustentables” deben ser más estrictos.
Hemos pasado años defendiendo la idea de los automóviles eléctricos, y por una buena razón: son nuestra estrategia más influyente para reducir la contaminación climática.
Aquí hay una breve descripción de la saga: en 2012, la administración Obama hizo historia al exigir fuertes estándares para autos y camionetas nuevos hasta el 2025. Cuando la administración Trump asumió el cargo en 2017, uno de sus mayores ataques contra el clima fue flexibilizar grandemente estos estándares. También revocó una exención existente en California en virtud de la Ley de Aire Limpio que permitía al estado, así como a otros 14, y al Distrito de Columbia, ser aún más ambiciosos a la hora de reducir la contaminación vehicular y mantener el aire limpio.
El equipo “Transporte Limpio para Todos” del Sierra Club, junto con los capítulos del Sierra Club a través del país y en conjunto con muchos grupos, defendieron los estándares de “autos sustentables” contra los ataques de Trump en los tribunales, durante audiencias públicas y en los medios de comunicación. Tampoco nos olvidamos de los fabricantes de automóviles que han pasado años cabildeando para debilitar estos importantes estándares.
Muchos fabricantes de autos, como General Motors y Toyota, se alinearon con Trump cuando hubo que escoger entre si apoyar los ataques ilegales de la administración o llegar a un acuerdo con California. Pero vale la pena recordar que incluso aquellos fabricantes que se comprometieron con estándares más fuertes que los que propuso Trump, como Ford, inicialmente también presionaron al ex-presidente para que estableciera estándares más débiles.
Ahora, la administración de Biden tiene la oportunidad de recuperar el tiempo perdido y dirigir al país hacia el uso de autos, camiones y autobuses eléctricos. Los estándares para este tipo de automóviles son esencialmente las políticas necesarias para acelerar el uso de vehículos eléctricos y ayudar a los EE.UU. a alcanzar en esta década los objetivos de calidad de aire y clima propuestos. La transición a los vehículos eléctricos reducirá la contaminación que agobia de manera desproporcionada a las comunidades de bajos ingresos. Debemos presionar para garantizar que todos los que decidan conducir consideren un automóvil eléctrico, y eso requerirá inversiones significativas y compromisos inquebrantables de parte de los fabricantes de automóviles.
Desafortunadamente, este año la industria automotriz continuó con sus jugadas y ha influenciado fuertemente la regla propuesta para debilitar su efectividad.
Pero es solo eso: una propuesta. La administración de Biden debe escuchar de ti, tu familia y amigos sobre por qué reducir drásticamente la contaminación vehicular es importante hoy en día.
Los comentarios públicos sobre esta propuesta siguen abiertos, por lo que es un momento crítico para lo que se considera la herramienta más fuerte para reducir drásticamente las emisiones que alteran el clima.
Es hora de instar a la Agencia de Protección Ambiental EPA de Biden a finalizar una regla que no le ofrezca alternativas a los fabricantes de automóviles y logre lo que necesitamos para abordar la crisis climática. Hay tantas razones por las que esta pelea es personal, así que asegúrate de agregar un comentario cuando envíes tu carta.
El plan para electrificar los camiones y autobuses es un asunto importante para la justicia ambiental.
La administración Biden dijo que aplicará estándares de reducción de gases de efecto invernadero y requisitos de ahorro de combustible para camiones de servicio medianos y pesados.
Estos camiones emiten gases diesel tóxicos y crean “zonas de sacrificio” en las comunidades ubicadas más cerca a las carreteras por donde transitan. La reglamentación de los fabricantes de camiones es un tema importante de justicia ambiental y beneficiará en su gran mayoría a comunidades de bajos ingresos, quienes en su mayoría sufren el ir y venir de este tipo de tráfico.
Las comunidades de primera línea han estado haciendo este trabajo durante años. En California, este reclamo tuvo como resultado la primera regulación en el mundo para electrificar camiones. Cualquier regla federal propuesta, debe hacer que las preocupaciones de las comunidades más afectadas sean su prioridad.
La meta es lograr un 50% de ventas de vehículos eléctricos para 2030.
Como se indica en el encabezado, este objetivo es una meta y sabemos que las metas por sí solas no nos llevarán a la reducción de emisiones y contaminación del aire que realmente necesitan nuestras comunidades. Además, este objetivo no es lo suficientemente alto para el cambio que necesitamos a largo plazo (que para el 2035 el 100 por ciento de ventas de autos sean de vehículos eléctricos). Lo que nos llevará allí son estrategias. Mantener estándares estrictos es fundamental para el cambio a vehículos 100 por ciento eléctricos. ¡Firma la petición a la EPA!
Para tener contexto, el Sierra Club y otras organizaciones han estado pidiendo que para el 2030 un 60 por ciento de las ventas de vehículos sean de vehículos eléctricos para que en el 2035 se alcance la meta del 100 por ciento.
Desde calor extremo, tormentas más fuertes hasta sequías prolongadas, ya estamos siendo testigos de cómo la crisis climática afecta directamente nuestras vidas diarias, acentuando las desigualdades que dañan a nuestras comunidades.
La contaminación vehicular contribuye enormemente al cambio climático, y unos estándares sólidos son clave para colocarnos en el camino urgente en el que debemos estar.
Firma esta petición para que la EPA proteja nuestra salud y el clima! sc.org/vehículoecológico