Adaptado al Español por Fabián Capecchi del artículo original de Adele Peters publicado en Fastcompany.
Actualmente, las compañías de biotecnología alimentan con azúcar la bacteria E. coli, y producen desde insulina hasta biocombustibles. Ahora, una nueva cepa de la bacteria es capaz de absorber las emisiones de carbono del aire como alimento.
Las bacterias comúnmente utilizadas en la industria biotecnológica pronto podrían alimentarse de carbono CO2 en lugar de azúcar, convirtiendo la contaminación climática en biocombustibles o incluso en alimentos. Tras una década de estudio, los científicos del Instituto de Ciencia Weizmann de Israel diseñaron por primera vez una forma de la bacteria E. Coli que puede consumir dióxido de carbono.
La bacteria Escherichia Coli, mejor conocida públicamente por causar serios problemas intestinales, ya se utiliza para fabricar medicamentos como la insulina. Pero el proceso normalmente implica alimentar a la bacteria con azúcar a medida que crece. Los investigadores modificaron la bacteria para que pudiera comer dióxido de carbono CO2, utilizando ingeniería genética Fabien el laboratorio.
Este descubrimiento significa que podría ser más fácil fabricar productos a partir de los gases de efecto invernadero. La bacteria E. coli es relativamente fácil de usar en la fabricación. "La industria de la biotecnología se ha vuelto muy buena manipulando el genoma de la bacteria E. coli para optimizarlo como plataforma de producción", dice Shmuel Gleizer, investigador del Instituto de Ciencia Weizmann y autor de un nuevo artículo sobre el estudio publicado en la revista Cell.
Algunas compañías ya están comenzando a usar microbios para transformar el CO2 en productos; Air Protein, lanzado en noviembre, utiliza CO2 para producir proteínas para carne alternativa. "Están utilizando microbios que son mucho más difíciles de diseñar que E. coli y, por lo tanto, la variedad de productos que estos microbios pueden fabricar a partir de la captura de CO2 es muy limitada en comparación con la E. coli", dice.
La investigación también sugiere que otros organismos heterótrofos, es decir, que no pueden producir sus propios alimentos, también podrían modificarse para consumir CO2. Eso podría incluir levaduras, que también se usan comúnmente en la fabricación de biotecnología.
Si el proceso de producción utiliza energía renovable, "básicamente tendremos emisiones negativas de CO2", dice Gleizer. Algunos productos pueden ser neutros en carbono: si las bacterias producen combustible para aviones, por ejemplo, los aviones que lo usan aún emitirán gases de efecto invernadero, pero no más que el CO2 que se usó originalmente para producir el combustible. El CO2 podría provenir potencialmente de la captura directa de aire.
Todavía son necesarios varios pasos antes de que quede claro que el proceso es factible. Cuando la cepa actual de la bacteria se alimenta de CO2, crece mucho más lentamente que si comiera azúcar; "Todavía hay un largo camino para optimizar este proceso", dice Gleizer.