Adaptado al español por Gretchen Fournier del artículo original de Connor McGuigan publicado en Sierra, la revista del Sierra Club.
Dos semanas antes de la celebración del Día de preparación de la comunidad contra incendios forestales de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios, 30 casas en Arizona ya se habían quemado en las afueras de Flagstaff, Arizona. El presidente Biden acaba de aprobar una declaración de desastres que destina recursos financieros a lugares remotos de Nuevo México, donde los incendios han matado a dos personas y destruido más de 200 hogares. A nivel nacional, el Centro Nacional Interagencial de Bomberos informó que una docena de grandes incendios no controlados han quemado alrededor de 436 millas cuadradas en cinco estados.
El Día de Preparación Comunitaria contra Incendios Forestales se lleva a cabo en los Estados Unidos y Canadá cada año en un esfuerzo por unirse para tomar medidas que creen conciencia y reduzcan los riesgos de incendios forestales. La noción de una "temporada de incendios forestales" se está desvaneciendo rápidamente, ya que la nueva normalidad de temperaturas cada vez más altas hacen que la nieve se derrita antes, la lluvia se seque rápidamente y franjas de vegetación convierten el oeste, suroeste y más allá en lugares propensos a incendios. Este año dos incendios forestales de gran envergadura figuraron en la lista de Desastres Nacionales, un registro que mantiene la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
Es probable que las pérdidas y devastación aumenten en los próximos meses. En el 2021, 58.968 incendios forestales quemaron 7.1 millones de acres en todo Estados Unidos. Aquellos que viven en regiones propensas a incendios forestales en toda América del Norte ahora temen más que nunca "al grande".
Entonces, ¿qué pueden hacer los propietarios de viviendas para prepararse para la próxima temporada de incendios forestales? Muchos factores (el estado cambiante del clima, la negligencia empresarial y las políticas de gestión forestal que se remontan a décadas) parecen estar fuera de nuestro control. Aún así, los expertos que estudian estos incendios dicen que hay mucho que podemos hacer como individuos para proteger nuestros hogares.
Después de todo, la casa de uno es a menudo "más inflamable que la vegetación que la rodea", según Michelle Steinberg, directora de la División de Incendios Forestales de la Agencia Nacional de Prevención de Incendios (NFPA por sus siglas en inglés). Steinberg explica que los incendios forestales no se limitan a marchar por un paisaje incinerando todo a su paso; necesitan fuentes de combustible. Cuando cruza la división urbana-desierto se convierte en lo que los científicos describen como una "conflagración urbana", las estructuras hechas por el hombre reemplazan a los árboles y pastos sirviendo de leña.
Por lo tanto, el objetivo de las medidas de preparación para incendios forestales no es proteger contra incendios su hogar y su propiedad, sino limitar su capacidad para actuar como fuente de combustible. Aquí cinco estrategias para disminuir la capacidad del mismo.
1. Prepara el techo de su casa
Las brasas de los incendios forestales a menudo caen en los techos, donde pueden encender una llamarada que envuelve rápidamente toda la casa. Un techo construido con materiales inflamables como tejas de asfalto, metal, o pizarra puede resistir mejor las llamas de un incendio. Si bien las tejas de madera son las más comunes para cubrir techos, los propietarios de viviendas que no quieren la molestia de cambiar el techo pueden tratar sus techos de madera con retardadores de fuego o instalar un sistema de rociadores en el mismo. Sin embargo, los expertos advierten que tales soluciones pueden ser inadecuadas. También ten en cuenta que las hojas y las agujas de pino que se acumulan en las canaletas crean un peligroso lecho de brasas. Asegúrate de limpiar las canaletas de su techo regularmente.
2. Mantén las brasas alejadas
Las casas están inevitablemente llenas de materiales inflamables (alfombras, persianas, muebles), por lo que si las brasas tienen el potencial de entrar al hogar, prácticamente ninguna casa es segura. Por lo tanto mantén las brasas alejadas. Cubre todas las aberturas de ventilación exteriores con tela metálica de ⅛ de pulgada. Si tienes una puerta para perros, asegúrate de que selle correctamente y déjala cerrada durante la temporada de incendios. Las brasas a menudo penetran a través de las aberturas de los techos, por lo tanto, reemplaza las tejas o tejas faltantes y sella las grietas.
Las ventanas son otro punto débil de los incendios forestales. El calor radiante puede derretir los tragaluces de plástico y hacer que las ventanas de vidrio se agrieten o incluso exploten, permitiendo que entren brasas en la casa. El vidrio templado y de doble panel resiste mejor las altas temperaturas.
3. Asegura el perímetro
Una vez que te hayas concentrado en proteger tu techo y mantener a raya las brasas, debes comenzar a considerar los cinco pies que rodean tu casa. Después de todo, algo que se incendia junto a una casa puede ser tan desastroso como un colchón ardiendo dentro de ella. Las pilas de leña y los tanques de propano son un peligro obvio: la NFPA recomienda moverlos al menos a 30 pies de distancia de la casa. Si tienes materiales de proyectos de construcción almacenados en la casa, muévelos también.
Esos consejos pueden parecer obvios, pero los propietarios a menudo pasan por alto combustibles menos llamativos. La NFPA recomienda reemplazar cualquier mantillo orgánico dentro de los cinco pies de su casa con mantillo de grava o piedra. Las plantas que contienen aceites y resinas, como el enebro y el pino, también son particularmente peligrosas. En general, asegúrate de regar regularmente y mantener cualquier vida vegetal cerca de la casa.
La NFPA recomienda separar las cercas de madera de la casa con una barrera de mampostería o de metal. Después de todo, si la madera adherida a una casa se enciende, llevará el fuego a la estructura principal. Si tienes una terraza de madera, asegúrate de limpiarla de escombros y limpiar regularmente cualquier vegetación muerta.
4. Crea un “espacio defendible”
La “zona de ignición del hogar” abarca la casa misma y todo lo que esté a 100 o 200 pies a su alrededor. El calor radiante de un incendio forestal severo puede encender una casa a una distancia de hasta 100 pies, y si hay suficiente material combustible en el camino, las llamas mismas pueden viajar rápidamente esa distancia. Entonces, si vives en un área propensa a este tipo de incendio, proteger solo tu hogar y los cinco pies que lo rodean deja un riesgo significativo sobre la mesa.
El área entre 30 y 100 pies de una casa es la defensa de primera línea de una propiedad contra un incendio forestal y debe mantenerse como una "zona de combustible reducido". En esta zona, las plantas deben espaciarse, las ramas bajas de los árboles deben podarse y toda la vegetación debe regarse regularmente.
5. Trabajen juntos
Incluso la casa mejor preparada está en grave peligro en caso de que las casas vecinas se incendien. Si vives en un área densamente poblada, tu hogar es, en última instancia, tan resistente al fuego como los eslabones más débiles de tu vecindario.
Por lo tanto, la preparación contra incendios organizada por la comunidad puede ser tan importante como la que tú haces en tu propiedad. El Servicio Forestal de EE. UU. tiene un programa que ayuda a construir "comunidades adaptadas al fuego" y más de 1400 áreas en todo el país han implementado planes de acción contra fuegos forestales a nivel comunitario bajo el programa.
Los incendios forestales se tornan más comunes con el paso del tiempo y la aceleración del cambio climático. Para el Sierra Club es de suma importancia la organización comunitaria, sabemos que este tipo de sistema es el arma más efectiva para combatir todo lo que nos aqueja, desde el calentamiento global hasta los fuegos forestales.