Adaptado al español por Fabián Capecchi del artículo original de Jessie Yeung publicado en CNN.com
Pequeños trocitos de plástico de sus envases y botellas de refrescos podrían viajar en la atmósfera a través de continentes enteros, transportados por los vientos, según encontró un nuevo estudio.
La mayoría de nuestros desechos plásticos son enterrados en vertederos, se incineran o reciclan, pero hasta un 18% termina en el medio ambiente. Dado que el plástico no se descompone fácilmente, en su lugar se fragmenta en pedazos cada vez más pequeños hasta que los microplásticos son lo suficientemente pequeños como para ser arrastrados por el aire.
"Al igual que los ciclos biogeoquímicos globales, los plásticos ahora giran alrededor del mundo", dijo el estudio, dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de Utah y la Universidad de Cornell, y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Eso significa que gran parte del plástico que se vierte en el mar y en la tierra se descompone y luego es escupido, lo que presenta riesgos potenciales para nuestros ecosistemas. Y aunque ha habido algunos avances en la creación de polímeros biodegradables, los investigadores advirtieron que los microplásticos "seguirán circulando por los sistemas terrestres".
"Encontramos una gran cantidad de contaminación plástica heredada en todos los lugares que estudiamos; viaja en la atmósfera y se deposita en todo el mundo", dijo la autora principal, Janice Brahney, en un comunicado de prensa de Cornell. "Este plástico no es nuevo de este año. Es de lo que ya hemos vertido en el medio ambiente durante varias décadas".
El equipo de investigación recopiló datos de microplásticos atmosféricos del oeste de los Estados Unidos de 2017 a 2019 y descubrió que se están depositando aproximadamente 22.000 toneladas de microplásticos en los EE.UU., cada año.
En los EE.UU., la principal forma en que los plásticos se lanzan al aire es a través del tráfico de autos. Los neumáticos de los automóviles, los frenos e incluso las superficies de las carreteras contienen plástico, que puede desgastarse y convertirse en microplásticos que ingresan a la atmósfera. La turbulencia que producen los automóviles en la carretera, el movimiento de los neumáticos, el proceso de frenado, el escape que emiten, todo ayuda a batir el plástico en el suelo e impulsarlo hacia el cielo, según el estudio.
Esto también sucede en el océano, donde grandes grupos de desechos forman islas de plástico enteras. Se descomponen en partículas de plástico que se asientan en la capa superior del agua, donde las olas y el viento las arrojan al aire.
Hay varias otras formas en que los microplásticos ingresan a la atmósfera, en las grandes ciudades a través del viento y en las granjas a través del polvo del suelo durante los procesos agrícolas.
Una vez que ingresan a la atmósfera, los plásticos pueden permanecer en el aire hasta seis días y medio, según el estudio. Dentro de este tiempo, "en las condiciones adecuadas, los plásticos se pueden transportar a través de los principales océanos y entre continentes, ya sea en un viaje o por suspensión sobre los océanos", dijo el estudio.
Estados Unidos, Europa, Medio Oriente, India y Asia oriental son puntos críticos para la deposición de plástico en tierra, según el estudio. Mientras tanto, las fuentes oceánicas de plástico en el aire son más prominentes a lo largo de las costas, incluida la costa oeste de EE.UU., el Mediterráneo y el sur de Australia. Las fuentes de polvo y agricultura para los microplásticos son más frecuentes en el norte de África y Eurasia, mientras que los microplásticos del tráfico automotor son los principales contribuyentes en las "regiones densamente pobladas" de todo el mundo.
Los microplásticos están en todas partes: afectan la productividad del suelo y las plantas, son consumidos por la flora y la fauna y "actúan como vectores de contaminantes", según el estudio. Aunque estudios anteriores no han encontrado que los microplásticos representen una amenaza para la salud humana, los investigadores de este estudio advirtieron que "pueden tener consecuencias negativas y aún desconocidas para los ecosistemas y la salud humana".
"La inhalación de partículas puede irritar el tejido pulmonar y provocar enfermedades graves, pero aún no se comprende bien si los plásticos son más o menos tóxicos que otros aerosoles", dijo el estudio. Agregó que también se necesitan más investigaciones para comprender el impacto de diferentes factores, incluida la densidad de población y la circulación oceánica.
Los investigadores también pidieron una mejor gestión de los residuos plásticos.
"Nuestra relativa ignorancia de las consecuencias a pesar del rápido aumento de las concentraciones de plástico en nuestro medio ambiente destaca la importancia de mejorar la gestión de los desechos plásticos o, de hecho, capturar los plásticos del océano y eliminarlos del sistema", dijo el estudio.
La contaminación por plásticos ha llegado a niveles alarmantes, el Sierra Club apoya todos los esfuerzos para revertir esta situación apoyando cualquier esfuerzo de comunicación para educar a la gente y que reduzca el uso de productos plásticos pues estos son una consecuencia directa de la industria de combustibles fósiles que envenena el planeta y acelera la crisis climática.