Escrito por Fabián Capecchi basado en el artículo original publicado en The Guardian.
Los grupos conservacionistas se han apuntado un gran éxito. El esfuerzo coordinado a nivel mundial para preservar la biodiversidad ha logrado salvar 48 especies de animales de la extinción, según un nuevo estudio publicado en la revista Conservation Letters (solo en inglés).
A pesar de la intensa presión ejercida sobre sus hábitats, debido a la superpoblación, la contaminación, la caza furtiva y el tráfico ilegal de animales, sigue habiendo esperanza. Las tasas de extinción de aves y mamíferos desde 1993 habrían sido "de tres a cuatro veces más altas" si no se hubiese actuado a tiempo.
La buena noticia es que las poblaciones de estos animales comienzan a recuperarse, pero el éxito de su supervivencia aún queda en manos como las tuyas y las nuestras, pues somos los responsables de protegerlas. La mala es que no se han podido proteger todas, pero se trabaja arduamente en ello.
El lince ibérico, el cóndor de California y el cerdo pigmeo de la India se encuentran entre los animales que habrían desaparecido sin programas de reintroducción, conservación basada en zoológicos y protecciones legales formales desde 1993, según una investigación dirigida por científicos de la Universidad de Newcastle y BirdLife International.
Entre las aves más emblemáticas rescatadas está la cotorra puertorriqueña, un pequeño loro cuya especie se había reducido a solo 13 individuos silvestres en 1975 y que se salvó de la extinción gracias a un programa de reintroducción en un parque estatal de la isla caribeña.
También está el cóndor de California, un ave emblemática para los indígenas norteamericanos; otras son la tórtola de Socorro mexicana, el ibis crestado japonés, el martín pescador de Guam, el paujil cabeza de hacha de Alagoas, Brasil y uno muy particular, el águila calva norteamericana, símbolo del escudo de los Estados Unidos. Muchos de estos animales han desaparecido totalmente en la naturaleza pero gracias a programas de cría en cautiverio han sido salvados y han comenzado a ser reintroducidos de nuevo o está por comenzar su regreso a la naturaleza.
En cuanto a los mamíferos, por ejemplo, en Mongolia, alrededor de 760 caballos de Przewalski deambulan de nuevo por las estepas, a pesar de haberse extinguido en estado salvaje en 1960. También ha tenido éxito el rescate del lobo gris mexicano cuya reintroducción y supervivencia se ha visto complicada por problemas políticos sobre inmigración y el muro fronterizo que nada tienen que ver con su existencia.
Otros mamíferos que han visto recuperar sus poblaciones son las ballenas jorobadas, el Tamarino león dorado de Brasil, el hurón de patas negras, el antílope Oryx o la marmota de Vancouver.
Un caso interesante es el del rinoceronte blanco norteño, cuyo último ejemplar en la naturaleza fue asesinado por cazadores en el 2018 y cuyos esfuerzos se han enfocado en la cría de embriones de laboratorio para implantarlos en madres sustitutas, de la subespecie rinoceronte blanco sureño.
El Dr. Stuart Butchart, científico jefe de BirdLife International e instigador del estudio, dijo que los hallazgos demuestran que los compromisos para prevenir la pérdida futura de especies eran "alcanzables y esenciales para mantener un planeta saludable" y daban esperanza a los esfuerzos de conservación de otras especies.
Gracias al control de especies invasoras, la conservación en zoológicos y la protección del hábitat, muchas aves pudieron ser salvadas mientras que la legislación, los esquemas de introducción y las colecciones de zoológicos ayudaron a los mamíferos.
A pesar de los esperanzadores hallazgos para los conservacionistas, algunas especies del estudio experimentaron descensos, como la vaquita marina, una marsopa que se encuentra en el Golfo de Baja California y que está amenazada por la pesca ilegal.
Si bien se espera que el informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) muestre que los objetivos no se han cumplido, los autores del estudio BirdLife dijeron que sus hallazgos mostraban que se debe alentar a los gobiernos a reafirmar su compromiso de detener las extinciones en el acuerdo para esta década, que se ha llamado "el Acuerdo de París por la naturaleza ”.
Para el Sierra Club y todos los que apoyan o trabajan para una causa tan noble como el medio ambiente, esta noticia es una poderosa señal de esperanza y aliento. Solo trabajando juntos podemos alcanzar muchos logros como evitar la destrucción de los ecosistemas, los seres vivos, el aire, el agua, los paisajes naturales y las comunidades que en ellas viven. Este es un nuevo llamado a tomar acción.