Adaptado al español por Isa Traverso del artículo original escrito por Leslie Fields y Liz Perera para el Sierra Club.
Nuestro planeta y nuestro país están en crisis. De hecho, nos encontramos en la encrucijada de múltiples crisis que amenazan a nuestra especie: el cambio climático, una pandemia global y el racismo sistémico. No podemos resolver ninguna de estas crisis sin abordarlas todas juntas.
Si bien abordar estas múltiples crisis puede parecer desalentador, el Comité Selecto de la Cámara sobre la Crisis Climática acaba de lanzar un Plan de Acción de más de 500 páginas que coloca la justicia ambiental en el centro de la política climática y ambiental. Además, reconoce que si utilizamos los fondos de recuperación de COVID-19 para realizar un pago inicial de infraestructura y empleos verdes, nos pondremos en el camino hacia un futuro más justo, resiliente y sostenible.
Mientras que la pandemia de COVID-19, el racismo sistémico y el cambio climático continúan devastando nuestra salud, nuestros valores y nuestra economía, el presidente Trump y líderes republicanos del Senado han optado por aprovechar este momento para patear y pisotear aún más al pueblo estadounidense, especialmente a los Negros y comunidades de color e Indígenas. Usan el miedo y la división para distraernos de la fría y dura verdad de que no tienen un plan para recuperarse de esta pandemia, ningún plan para detener la violencia racial o la desigualdad, y convertirse en un país activamente antirracista y ningún plan para salvar a nuestro planeta del cambio climático.
Se estima que el plan establecido por el Comité Selecto de la Cámara evitará al menos 62,000 muertes prematuras anuales para el 2050, y proporcionará casi $8 billones en beneficios climáticos y de salud hasta el mismo año. El Comité Selecto le ha dado al Congreso un plan para prevenir que niños crezcan en la pobreza y la contaminación, para asegurarse de que las personas puedan acceder a empleos verdes bien remunerados y para evitar que la emergencia climática azote principalmente a las comunidades Negras, Indígenas y de color. Ahora, debemos seguir presionando al Congreso para que tome medidas en pro de las demandas de la ciencia y la justicia.
El Sierra Club sabe muy bien que no podemos dejar de presionar al Congreso para que haga más por el clima y la injusticia. Y este informe es claramente el plan más detallado y robusto sobre el cambio climático que hemos visto hasta la fecha. Este informe representa un cambio en el Congreso hacia un plan integral sobre el clima centrado en la justicia, como Julian Brave NoiseCat argumentó (en inglés) tan elocuentemente. El plan del comité está organizado en 12 pilares de acción que el Congreso puede tomar en este momento para posicionar a los Estados Unidos en camino a la reducción de la contaminación por gases de efecto invernadero. La meta sigue siendo cero neto para el 2050 con el objetivo provisional de reducir las emisiones en todo el mundo en un 45 por ciento para el 2030, lo que nos permitirá evitar los peores impactos del cambio climático.
Así es como planean hacerlo:
-
Volver a poner a los estadounidenses a trabajar en empleos de energía limpia.
-
Apoyar el despliegue rápido de energía eólica, solar, eficiencia energética y otras fuentes de energía sin carbono y la construcción de una nueva infraestructura de transmisión para entregar energía limpia a los hogares.
-
Limitar los nuevos arrendamientos para la extracción de combustibles fósiles en tierras públicas tanto en tierra firme como en alta mar.
-
Proteger al menos el 30 por ciento de todas las tierras y áreas oceánicas de EE. UU. para el año 2030, priorizando las áreas con alto valor ecológico, de biodiversidad y de secuestro de carbono.
-
Crear empleos a través de la conservación y la recuperación restableciendo el Cuerpo de Conservación Civil, creando un Cuerpo de Servicio de Resiliencia Climática y restaurando minas de carbón abandonadas y pozos de petróleo y gas.
-
Lanzar un programa nacional de adaptación climática y apoyar a los gobiernos estatales, locales, tribales y territoriales para garantizar que los hogares, las empresas y la infraestructura crítica puedan resistir los impactos del cambio climático.
Lo más importante es que el plan aborda la justicia ambiental en cada uno de sus 12 pilares. Esto es resultado de un esfuerzo histórico para involucrar y escuchar a las comunidades sobre la justicia ambiental: comunidades ubicadas cerca de minas, plantas de energía, puertos u otras instalaciones contaminantes cuyos miembros están expuestos a niveles inaceptablemente altos de contaminación. Generalmente son comunidades de color, comunidades Indígenas o comunidades de bajos ingresos.
El Comité Selecto celebró 17 audiencias y seis mesas redondas y visitó grupos de justicia ambiental que trabajan sobre el terreno con las comunidades, mientras consultaba con miles de interesados y científicos solicitando comentarios de un conjunto diverso de organizaciones. Debido a la poderosa defensa de las comunidades de justicia ambiental, un pilar completo del plan es "Invertir en comunidades sobrecargadas para reducir la contaminación y avanzar en la justicia ambiental".
Las recomendaciones de justicia ambiental del informe incluyen:
-
Priorizar las comunidades de justicia ambiental para nuevos gastos federales y proyectos para desplegar energía e infraestructura limpias
-
Garantizar una participación y consulta federal significativa con las comunidades de justicia ambiental.
-
Aumentar la capacidad de las comunidades de justicia ambiental para participar en el proceso de formulación de políticas.
-
Garantizar el acceso equitativo a la energía limpia en las comunidades de justicia ambiental.
-
Asegurar que los planes de adaptación de las agencias federales aborden los impactos climáticos en las comunidades de justicia ambiental y las poblaciones vulnerables, que son las más afectadas por los huracanes, los incendios forestales y otros desastres climáticos.
Primero debemos invertir en comunidades Negras, Indígenas, Latinas y otras comunidades de color que durante demasiado tiempo han vivido la peor parte de la contaminación. Y para resolver la crisis climática, en primer lugar necesitamos desmantelar el racismo sistémico que ha permitido que estas áreas se consideren zonas de sacrificio ambiental.
El Sierra Club está comprometido a seguir abogando porque las personas Negras, Indígenas y de color (BIPOC) tengan los mismos derechos que el resto de la población a respirar aire limpio y vivir en áreas sanas.
Leslie Fields es Directora del Programa de Justicia Ambiental y Alianzas de Comunidades. Liz Perera es la Directora de Política Climática del Sierra Club.