Adaptado al español por Fabián Capecchi sobre el artículo original de Paul Rauber para la revista Sierra
Hasta el pasado 26 de marzo, la táctica de la administración Trump sobre asuntos ambientales frente a la pandemia del COVID-19 fue el robo habitual, el debilitamiento de las leyes del petróleo y el gas, en otras palabras continúa el juego de manos regulatorio. Mientras millones se refugiaron en sus hogares debido a la cuarentena, la EPA siguió adelante con su agenda para debilitar los estándares de eficiencia de los combustibles en automóviles. Los parques nacionales fueron cerrados, pero el Departamento del Interior no, pues continuó alquilando más tierras públicas para la extracción de petróleo y gas.
Estados Unidos ha pasado a ser el país con más personas contagiadas por COVID-19 en el mundo, pero la campaña para destripar la Ley Nacional de Política Ambiental continúa avanzando. Los movimientos y jugadas han sido escandalosos, pero lamentablemente son parte de la política para la administración más anti-ambiental en la historia de Estados Unidos.
Luego, la EPA anunció que durante la pandemia, la agencia suspendería la aplicación de las leyes ambientales. "En general, la EPA no espera buscar sanciones por violaciones de las obligaciones de monitoreo de cumplimiento de rutina, pruebas de integridad, muestreo, análisis de laboratorio, capacitación e informes o certificación en situaciones donde la EPA acepta que el COVID-19 fue la causa". La suspensión es retroactiva al 13 de marzo y, aunque se dice que es temporal, no se especifica una fecha de finalización más clara.
En una declaración, el administrador de la EPA, Andrew Wheeler, dijo: "La EPA se compromete a proteger la salud humana y el medio ambiente, pero reconoce los desafíos resultantes de los esfuerzos para proteger a los trabajadores y al público del COVID-19 que pueden afectar directamente la capacidad de las instalaciones reguladas para cumplir con todos los reglamentos federales requisitos". Para reafirmar que la EPA está actuando de manera responsable durante una pandemia", la EPA atacó al New York Times diciendo que::
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NOTICIAS FALSAS: @NYT está difundiendo información errada y engañando al público. Eso no es lo que Estados Unidos necesita en este momento.
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VERDAD: la EPA está trabajando arduamente para proteger la salud pública y el medio ambiente al tiempo que proporciona un pequeño grado de flexibilidad durante estos tiempos extraordinarios. https://t.co/ZIPML7Jt0M
Administrador de la EPA Andrew Wheeler (@EPAAWheeler) 27 de marzo de 2020
La reacción de los grupos ambientalistas fue implacable. "Utilizar una crisis de salud pública para justificar acciones que resultarán en amenazas aún mayores para la salud pública es inconcebible", dijo Wenonah Hauter, director ejecutivo de Food & Water Action.
Daniel Estrin, asesor general de Waterkeeper Alliance, señaló: "Al mismo tiempo que les dice a los contaminadores que no se preocupen por la aplicación de la Ley, la EPA continúa rechazando solicitudes básicas del público para extender los períodos de comentarios sobre las reglas propuestas. Este doble discurso muestra que esta administración de la EPA continúa poniendo un mayor énfasis en ayudar a las industrias contaminantes que en cumplir su misión de proteger la salud humana y el medio ambiente ".