Javier Sierra, javier.sierra@sierraclub.org
(English follows)
Washington, DC — Varios grupos de conservación se querellaron contra el Departamento de Energía (DOE) por no responder oportunamente a su petición de establecer reglas que definan si los proyectos de exportación de gas fósil son consistentes con el interés público.
El Sierra Club, el Centro para la Diversidad Biológica, Delaware Riverkeeper Network, Environment America y Friends of the Earth presentaron la petición al Departamento hace casi una década. Junto con otras organizaciones de consumidores, ambientales y comunitarias, los grupos enviaron cartas al Departamento urgiéndole a que respondiera, pero el DOE sigue sin hacerlo.
La petición original urge al DOE a promulgar políticas claras sobre las solicitudes de exportaciones de gas fósil licuado (LNG) que establezcan los criterios que aseguren que favorecen el interés público, tal y como requiere la Ley de Gas Natural. Sin tales parámetros, el DOE no ha evaluado las profundas implicaciones climáticas de estas exportaciones. Tampoco ha considerado los impactos locales de proyectos de exportación de gas ni los impactos de los aumentos de exportaciones en los precios del gas en Estados Unidos. A día de hoy, hay más de 20 solicitudes de construcción de instalaciones de exportación de gas fósil.
Durante todo el proceso—desde extracción por fracturación, a su transporte por gasoducto, hasta la cara licuefacción del gas—estos proyectos emiten significativas cantidades de metano, un gas de efecto invernadero más de 80 veces más potente que el dióxido de carbono en un espacio de 20 años.
Localizadas primordialmente en comunidades de color, las instalaciones de exportación de LNG perpetuarán las injusticias ambientales. Más instalaciones de exportación de gas fósil dañarían a comunidades del Golfo de México y el Río Delaware que ya sufren una sobrecarga de contaminación industrial de la industria de combustibles fósiles, y que padecen desproporcionadamente el impacto de la crisis climática. Las exportaciones también afectan a familias de todo el país debido a los altos precio de la energía. La Agencia de Información Energética y la Comisión Federal de Regulación Energética reconocen que las exportaciones de LNG juegan un papel en este drástico encarecimiento, una carga financiera especialmente pesada para los hogares de bajos ingresos.
Como respuesta, Catherine Collentine, directora de la Campaña Más Allá de los Combustibles Fósiles del Sierra Club, emitió la siguiente declaración:
“Ha pasado casi una década desde que solicitamos al DOE que estableciera un marco justo y transparente para evaluar los significativos impactos de las exportaciones de gas fósil a las comunidades aledañas a estas instalaciones portuarias. Los planes masivos de expansión de estas instalaciones significan una carga inaceptable para estas comunidades predominantemente de color y bajos ingresos y color, cuyo sacrificio ha beneficiado a la industria de combustibles fósiles por demasiado tiempo.
"Si la administración Biden realmente quiere cumplir con sus promesas de justicia ambiental o sus compromisos climáticos, entonces los impactos en las comunidades afectadas, el clima y los consumidores se tienen que considerar a la hora de decidir si las exportaciones de gas son en el interés público”.
(English)
Conservation Groups Sue DOE Over Stalled Review of Methane Gas Export Policy
WASHINGTON, DC– Conservation groups sued the Department of Energy (DOE) today for failing to timely respond to their petition for rulemaking calling on the agency to issue regulations defining whether proposed gas exports are consistent with the public interest.
The Sierra Club, Center for Biological Diversity, Delaware Riverkeeper Network, Environment America, and Friends of the Earth submitted the petition to the agency nearly a decade ago. Alongside other consumer, environmental, and community organizations, the groups sent letters to the agency last fall urging them to respond, but DOE has still failed to act.
The original petition calls on DOE to issue a clear policy for LNG export applications that establish criteria to determine whether they are in the public interest, as required by law under the Natural Gas Act. Without such a policy, DOE has failed to weigh the broad climate implications of LNG exports and has neglected to account for the localized impacts of proposed gas export facilities or the impacts of increased exports on the price of domestic gas. While a transparent framework for evaluating gas export applications was needed in 2013, it is an even more pressing issue today, as over 20 export facilities are proposed in the U.S.
Every step of the way — from extraction by fracking, to transport by pipeline, to energy-intensive liquefaction — LNG projects release significant amounts of methane, a greenhouse gas more than 80 times more powerful than carbon dioxide over a 20-year timeframe, and a major contributor to the climate crisis.
Sited primarily in communities of color, proposed LNG export facilities would perpetuate environmental injustice. New and expanded gas export facilities would harm Gulf Coast and Delaware River communities that are already overburdened by industrial pollution from the fossil fuel industry, and who are also on the frontlines of extreme weather driven by climate change. Exports also affect families across the country through higher energy prices. Both the Energy Information Agency and the Federal Energy Regulatory Commission acknowledge LNG exports play a role in this drastic price increase, a burden that is especially hard to bear for fixed- and low-income households.
In response, Sierra Club Beyond Dirty Fuels Campaign Director Catherine Collentine, issued the following statement:
“It has been nearly a decade since we asked DOE to establish a fair and transparent framework for assessing the significant impacts of gas exports on the communities that host gas infrastructure and the climate. The massive buildout, and proposed expansion, of LNG export facilities poses an unacceptable burden to predominantly low-income communities of color who have been sacrificed to benefit the fossil fuel industry for far too long.
"If the Biden Administration is serious about upholding its environmental justice promises or climate commitments then impacts on frontline communities, the climate, and consumers must be factored into any public interest determination of gas exports.”
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