Javier Sierra, javier.sierra@sierraclub.org, 703.927.4750
(English follows)
Washington, DC — La Corte Suprema dictó hoy que las compañías privadas pueden adueñarse de terrenos estatales para nuevas infraestructuras de gas fósil, así favoreciendo la construcción del controvertido gasoducto PennEast.
En una decisión de 5 contra 4 en el caso PennEast vs New Jersey, la Corte decidió que los constructores de gasoductos privados pueden usar los poderes federales de dominio eminente (expropiación forzosa) para adueñarse de terrenos estatales. Los constructores del gasoducto PennEast han estado usando estos poderes para completar su proyecto de 116 millas, el cual transportará gas de fracking de los depósitos de Marcelus Shale desde el noreste de Pennsylvania, a lo largo del Río Delaware, hasta Nueva Jersey, donde será vendido para ser exportado a otros países. En total, el gasoducto amenaza cerca de 90 vías acuáticas, 44 humedales, 30 parques y 33 servidumbres de conservación con escapes, explosiones y contaminación.
La decisión surge mientras los científicos climáticos aumentan la alarma sobre la rápida expansión de infraestructuras de gas en todo el mundo, las cuales filtran cantidades masivas de metano, un gas de efecto invernadero 87 veces más potente que el dióxido de carbono. La ONU y la Agencia Internacional de Energía recientemente advirtieron que el planeta no podrá evitar los peores impactos de la crisis climática a no ser que el uso de gas fósil sea substituido de inmediato con energía limpia.
Kelly Sheehan Martin, directora de la Campaña de Combustibles Sucios del Sierra Club, emitió la siguiente declaración:
“La ciencia lo deja claro: más gas de fracking significa más olas de calor, huracanes más poderosos y más muertes innecesarias debidas a la contaminación de combustibles fósiles. La decepcionante decisión de hoy permite la construcción de un gasoducto que va a dañar a comunidades y la salud pública. Pero la lucha contra PennEast no ha terminado y la compañías continúa confrontando una dura oposición. El Gobernador Murphy de Nueva Jersey puede y tiene que acabar con este desastroso proyecto”.
(English)
Supreme Court sides with PennEast pipeline developer over Pennsylvania, New Jersey communities
Washington, DC -- Today, the Supreme Court ruled that private companies can take state land for new fracked gas pipelines, likely speeding the construction of the controversial PennEast pipeline project.
In a 5-4 decision in the case of PennEast vs. New Jersey, the U.S. Supreme Court found that private pipeline developers can use the federal government’s eminent domain powers to take land from states. Developers of the PennEast pipeline had been relying on this authority to build their 116-mile project, which would ship fracked Marcellus Shale gas from Northeast Pennsylvania, across the Delaware River to New Jersey, where it would likely be sold to be burned in foreign countries. All told, the pipeline would threaten more than 88 waterways, 44 wetlands, 30 parks, and 33 conservation easements with leaks, explosions and pollution.
The decision comes as climate scientists raise alarm about the rapid expansion of gas infrastructure worldwide, which leaks massive amounts of methane - a greenhouse gas 87 times more potent than carbon dioxide. The United Nations and International Energy Agency recently found that the world would not be able to avoid the worst impacts of the climate crisis unless gas use is immediately curtailed and replaced with clean energy
Kelly Sheehan Martin, Director of the Sierra Club’s Dirty Fuels Campaign, issued the following statement:
“The science is clear: more fracked gas means more heat waves, stronger hurricanes and more unnecessary deaths from fossil fuel pollution. Today’s disappointing decision allows a fossil fuel pipeline to proceed that will harm communities and public health. But, the fight against PennEast is far from over, and the company continues to face stiff opposition. Governor Murphy can and must say no to this disastrous project.”
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