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Javier Sierra, javier.sierra@sierraclub.org, 703.927.4750
(English follows)
Washington, DC — En medio de intensa presión pública para actuar contra la crisis climática, el ex cabildero carbonero y administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Andrew Wheeler, hizo hoy lo opuesto finalizando el objetivo de la administración Trump de eliminar el Plan de Energía Limpia — las primeras salvaguardas de la historia contra la contaminación de carbono de plantas carboneras.
La alternativa de Wheeler, el Plan de Energía Sucia, es un mortal retroceso y un regalo ilegal a la industria carbonera, el cual la misma EPA ha calculado que causará unas 1.400 muertes prematuras al año. En medio de esta propuesta retrógrada, a Wheeler le llueven las críticas, incluyendo un informe del New York Times que indica que la EPA trata de acabar con los análisis científicos que evalúan el daño que causa la contaminación del aire y así ocultar las verdaderas consecuencias para la salud pública.
La decisión de Trump y Wheeler, en contra del sentimiento público y la comunidad científica, continúa un patrón contra el clima y la salud pública. Wheeler también ha rechazado la opinión pública y los estudios científicos para debilitar los Estándares de Mercurio y Toxinas en el Aire, unas protecciones cruciales contra la contaminación de instalaciones contaminantes que causa miles de muertes.
El Plan de Energía Limpia es un hito histórico que creo un objetivo nacional para reducir la contaminación de carbono y convencional y potenciar el crecimiento de la economía de energía limpia. La iniciativa de Wheeler no solo trata de bloquear los beneficios del Plan de Energía Limpia, sino que también revela la terca indiferencia de la administración Trump ante miles de estadounidenses cuyas vidas y salud quedan en peligro debido a la creciente contaminación.
Como respuesta, Michael Brune, director ejecutivo del Sierra Club, emitió la siguiente declaración:
“Trump y Wheeler presentan un plan que va a causar miles de muertes al mismo tiempo que ignora las exigencias del público de atacar la crisis climática, solo para un puñado de acaudalados ejecutivos carboneros puedan ganar un poco más de dinero. Este es un ataque inmoral e ilegal contra el aire y la energía limpios, y la salud pública, y revela la crueldad de la administración Trump cuando se trata de contentar a sus aliados contaminadores.
“Tras el anuncio del retiro de 50 plantas carboneras desde la llegada de Trump al poder y el compromiso a obtener el 100% de su energía de fuentes limpias y renovables por parte de cinco estados y 125 ciudades, este debilitamiento de protecciones no va a salvar a la industria carbonera. Solo va a poner en peligro las vidas y la salud de miles de personas cada año. En lugar de escuchar al público y a la ciencia, el Plan de Energía Sucia de Trump y Wheeler acaba con algunas de las decisiones climáticas más relevantes de nuestra historia y las reemplaza con otras que aumentan la contaminación de muchas plantas energéticas sucias. Los ejecutivos carboneros logran así exactamente los réditos de su inversión, y al resto nos enferman y engañan.
“Seguiremos oponiéndonos a este Plan de Energía Sucia y luchando por cada vida que Trump y Wheeler ponen en peligro con sus decisiones. Nos jugamos nada menos que la salud pública y planetaria”.
(English)
Thousands of Deaths Per Year, Billions of Dollars Lost: Trump Advances Dirty Power Plan
WASHINGTON, D.C. - In the midst of intense public pressure for action on the climate crisis, former coal lobbyist and EPA Administrator Andrew Wheeler did the opposite today by finalizing the Trump Administration's plan to roll back the Clean Power Plan - the first-ever safeguards from carbon pollution for existing power plants.
Wheeler’s alternative -- the Dirty Power Plan -- is a deadly rollback and an illegal giveaway to the coal industry that EPA previously estimated could result in up to 1,400 pollution related deaths every year. Amid his proposal for this climate rollback, Wheeler drew even harsher criticism when The New York Times reported that he was planning to order the EPA to ignore peer-reviewed science in order to warp the math about the costs of the policy and cover up its negative effects on public health.
Trump and Wheeler’s decision to move forward with his rollback plan, despite significant public and scientific opposition, fits with a pattern of anti-climate, anti-public health policy. Wheeler also disregarded public sentiment and peer-reviewed science for his unlawful rollback of the Mercury and Air Toxics Standards, a critical safeguard against power plant pollution that EPA previously determined would save thousands of lives.
The Clean Power Plan was a milestone policy that created a national plan to not only reduce carbon and conventional air pollution, but to also encourage the growth of America's clean energy economy, Wheeler’s rollback not only attempts to block the benefits of the Clean Power Plan, but reveals the Trump administration’s callous indifference to the thousands of Americans whose lives and health will be jeopardized each year by increased pollution.
In response, Michael Brune, Executive Director of the Sierra Club, released the following statement:
“Trump and Wheeler are pushing a plan that will lead to thousands of deaths while ignoring the public’s demands for aggressive climate action, just so a handful of wealthy coal executives can make a little more money. This is an immoral and an illegal attack on clean air, clean energy, and the health of the public, and it shows just how heartless the Trump administration is when it comes to appeasing its polluters allies.
“With more than 50 coal plants announced to retire since Trump was elected and five states and over 125 cities committed to 100% clean energy, this illegal rollback won’t save the coal industry, but it will jeopardize the lives and health of thousands of Americans each year. And rather than listening to science and the public by taking climate action, Trump and Wheeler’s Dirty Power Plan throws out some of the most important climate policies our country has ever seen and replaces them with a do-nothing policy that will actually increase pollution at many dirty plants. Coal executives are getting exactly what they paid for, and everyone else is getting sick and ripped off.
“We will continue to challenge this Dirty Power Plan at every opportunity and fight for every life that Trump and Wheeler are threatening with this rollback. Nothing less than the health of our communities and our planet is at stake.”
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