Adaptado al español por Fabián Capecchi del artículo original de Maureen Groppe publicado en AP.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha dado el primer paso importante ordenado por el presidente Joe Biden para frenar el cambio climático, publicando nuevas regulaciones para reducir gradualmente el uso de un potente gas de efecto invernadero utilizado para refrigeración.
La EPA había anunciado en mayo que estaba comenzando el proceso de elaboración de normas para restringir el uso y finalmente la producción de gases refrigerantes hidrofluorocarbonos o HFC.
Las emisiones se reducirían en un 85% en 15 años.
Para el 2050, las reducciones serían el equivalente a eliminar tres años de emisiones de dióxido de carbono del sector eléctrico en los Estados Unidos, según la administración.
"Esto es una clara señal al resto del mundo de que los Estados Unidos ya está actuando, todos estamos moviéndonos contra el cambio climático", dijo Gina McCarthy, asesora climática nacional del presidente Biden.
Los críticos han acusado que las restricciones perjudicarán a los consumidores cuyos aires acondicionados y refrigeradores funcionan con el refrigerante asequible.
Pero McCarthy calificó este cambio como una "gran oportunidad para las industrias estadounidenses", porque Estados Unidos ya es líder en alternativas a los HFC.
"Así que hacer este cambio es bueno para nuestra economía", dijo.
"El plan permite a los fabricantes estadounidenses mantener una ventaja tecnológica sobre los competidores extranjeros en el mercado global al respaldar una transición adecuada, al tiempo que crea miles de empleos nuevos y bien pagados en los EE. UU.", dijeron los grupos en un comunicado conjunto.
Biden instó a los líderes mundiales a hacer más para abordar el cambio climático cuando habló ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la semana anterior.
Gran parte de la ambiciosa agenda de cambio climático de Biden está envuelta en un importante paquete de gastos que ha dividido a los progresistas de los demócratas más moderados en el Congreso. La legislación pendiente reestructurará el sector energético y aumentaría los incentivos para los vehículos eléctricos con el fin de reducir drásticamente las emisiones para fines de la década.
El Sierra Club considera muy positiva estas regulaciones de la EPA, pues ha abogado durante años para el control y gradual eliminación de estos gases que destruyen la capa de ozono de la tierra, y están entre los principales causantes del efecto invernadero y de la crisis climática.