Dentro de 30 años, los libros de historia marcarán el 9 de agosto de 2021 como fecha crucial en la lucha contra la crisis climática.
Ese día, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (PICC) emitió un histórico reporte científico que dejó atrás cualquier duda o especulación sobre la gravedad y el origen de la crisis existencial que todos enfrentamos. Esencialmente, el informe, el primero desde 2013, concluyó que la actividad humana está cambiando el clima del planeta con consecuencias sin precedentes e irreversibles, y estas consecuencias impactan desproporcionadamente a comunidades de bajos ingresos y de color, como nosotros los latinos.
Advirtiendo que es “inequívoco” que la crisis climática es obra del ser humano, el secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el informe de “código rojo para la humanidad”.
“Si combinamos fuerzas hoy”, agregó Guterres, “podemos evitar la catástrofe climática. Pero, como indica el informe, no hay tiempo para retrasos ni cabida para excusas. Cuento con los líderes mundiales y las partes interesadas para el éxito de la COP26”, refiriéndose a la Cumbre Climática de Glasgow del próximo noviembre.
El reporte—elaborado por 234 científicos y basado en más de 14.000 estudios—concluyó que no se ha registrado un aumento del nivel de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera con tanta rapidez desde hace 66 millones de años, y agrega que los niveles actuales de CO2 son los más altos en 2 millones de años.
Como consecuencia, cada una de las cuatro últimas décadas ha sido más cálida que la anterior y los siete años más calurosos registrados ocurrieron desde 2014. Y con cada día que pasa, la crisis climática acelera su paso y la gravedad de sus consecuencias.
El reporte también concluye que:
-
Globalmente, las olas de calor extremo ocurren ahora cinco veces más frecuentemente que antes y esta frecuencia se acelera.
-
Sequías que ocurrían una vez cada 10 años ahora lo hacen con un 70% más de frecuencia.
-
Ha aumentado la regularidad e intensidad de los incendios forestales, como vemos en el Oeste de Estados Unidos.
-
También ha aumentado la potencia de los ciclones tropicales y el poder devastador de sus torrenciales lluvias.
El informe recomienda que para evitar que la atmósfera entre en un catastrófico e irreversible círculo vicioso, el mundo tiene que reducir en un 50% sus emisiones de carbono para 2031 e invertir en soluciones de energía limpia que acaben por completo con las emisiones climáticas para 2050. Y agrega que reducir las emisiones de gas fósil es la manera más rápida de atacar el calentamiento atmosférico.
El mayor impedimento en el progreso climático es la falta de voluntad política, advierte el informe. Desde el Acuerdo de París de 2015, hemos presenciado cómo los gobiernos del mundo han fracasado en cumplir con sus compromisos climáticos y las emisiones globales de efecto invernadero han seguido aumentando.
Es por ello que el Congreso Federal tiene que actuar con audacia y premura para abrir de par en par las puertas a una economía de energía limpia. Tiene que aprobar una ley de infraestructura que se centre en créditos fiscales para la energía limpia, acabar con los subsidios a la industria de combustibles fósiles, un Cuerpo Climático Civil, más inversiones en vehículos eléctricos, más acceso al transporte público limpio, refaccionar y electrificar los hogares, escuelas y oficinas del país, y proteger y restaurar sus bosques y humedales.
A fin de cuentas, es mucho más caro no actuar o hacerlo tímidamente que pagar las terribles consecuencias de una crisis climática que amenaza la seguridad de todos.
El clima mundial, y el futuro de nuestra especie, está en nuestras manos.
The World’s Climate Is in Our Hands
In 30 years, history books will mention August 9, 2021 as a crucial date in the fight against the climate crisis.
That day, the UN Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) issued a landmark science report that debunked once and for all any doubt or speculation about the severity or the origin of the existential crisis we all confront. Essentially, the report—the first of its class since 2013—concluded that human activity is changing the planet’s climate with unprecedented and irreversible consequences, which disproportionately impact low-income and communities of color, such as us Latinos.
Warning that it is “unequivocal” that the climate crisis is driven by humans, UN Secretary General António Guterres called the report “a code red for humanity.”
“If we combine forces now,” he added, “we can avert climate catastrophe. But, as today’s climate report makes clear, there is no time for delay and no room for excuses. I count on government leaders and all stakeholders to ensure COP26 is a success,” referring to the Climate Summit to be held in Glasgow in November.
The report—completed by 234 scientists and based on more than 14,000 studies—concluded that an increase in the levels of CO2 in the atmosphere this fast has not taken place in 66 million years, and added that the current levels of CO2 in the atmosphere are the highest in 2 million years.
As a consequence, each of the last four decades has been warmer than the one before and the seven warmest years on record took place since 2014. Day after day, the climate crisis accelerates its pace and the severity of its consequences.
The report also concluded that:
-
Globally, extreme heat waves now happen five times more often than before and this frequency is accelerating.
-
Droughts that used to happen every 10 years now take place with 70 percent more frequency.
-
The regularity and intensity of wildfires have increased, as we all can see in the Western US.
-
The destructive potency of tropical cyclones and the intensity of their torrential rains have also increased.
The report recommends that in order to avoid the atmosphere entering into a catastrophic and irreversible vicious circle, the world must reduce its carbon emissions by 50 percent in the next decade and invest in climate energy solutions to completely end climate pollution by 2050. It also adds that the fastest way to reduce atmospheric warming is by cutting down methane emissions.
The biggest obstacle in climate progress, the report warns, is the lack of political will. Since the 2015 Paris Climate Accord, we have witnessed how world governments have failed to meet their climate commitments and global greenhouse emissions have continued to climb.
That’s why Congress must act with courage and speed to transition to a 100% clean energy economy. It must pass an infrastructure bill focused on clean energy tax credits, ending fossil fuel subsidies, creating a Civilian Climate Corps, investing more in electric vehicles, making clean public transportation more accessible, retrofitting and electrifying our homes, schools and offices, and protecting and restoring our forests and wetlands.
At the end of the day, the terrible consequences of inaction or timid action are much more expensive than investing in a clean energy future of security and prosperity for all.
The world’s climate, along with the future of our species, is in our hands.