Adaptado al español por Isa Traverso para el Sierra Club del artículo original escrito por Joel Pannell.
El verano de 2020 ha sido tumultuoso. La pandemia mundial de COVID-19 ha alterado las rutinas, ha perturbado las economías y nos ha llevado a muchos de nosotros a permanecer encerrados para detener la propagación del coronavirus. Los continuos levantamientos contra la brutalidad policial y la injusticia racial han confirmado que vivimos en una sociedad a menudo definida por la desigualdad, desde las interacciones policiales hasta quién es bienvenido en nuestras tierras públicas. Debemos seguir derribando las estructuras que han creado esta desigualdad en nuestra sociedad y, gracias a una ley aprobada recientemente, podemos comenzar a Aumentar el acceso a los espacios públicos al aire libre para que sea más equitativo.
La Ley bipartidista de Espacios Abiertos (Great American Outdoors Act)s fue introducida por primera vez en 2019 por el recientemente fallecido congresista e ícono de los derechos civiles, John Lewis. Además de financiar total y permanentemente el Fondo de Conservación de Tierras y Agua (LWCF siglas en inglés) con $900 millones anuales, la medida también asigna casi $9.5 mil millones durante cinco años para abordar el retraso en el mantenimiento de tierras de propiedad federal. Si bien muchos tienden a enfocarse en cómo el programa beneficia a los parques nacionales icónicos, aproximadamente la mitad de los fondos apoyan la conservación y el acceso a tierras públicas a nivel regional, estatal y local.
Los proyectos de LWCF brindan acceso cercano a la casa a parques, áreas de juego y campos de juego para ayudar a mantener saludables a los niños y las familias. El programa apoya a los estados en la protección de los hábitats de especies en peligro de extinción, salvaguarda nuestras fuentes de agua potable, mantiene los bosques y tierras en funcionamiento sostenibles, y más.
Desde el año 2014, la LWCF también ha sido un vehículo intencional para abordar el acceso equitativo al aire libre. A través del programa Outdoors Recreation Legacy Partnership (ORLP siglas en inglés), la LWCF dirige los fondos a comunidades urbanas que han experimentado una falta histórica de inversión, con oportunidades limitadas de recreación al aire libre.
La verdad es que el acceso al aire libre no es universal (el COVID-19 lo ha dejado muy claro) y las personas Latinas y de color son las que tienen menos probabilidades de tener acceso a la naturaleza. Expandir el ORLP a través de la Ley de Acceso Al Aire Libre para Todos puede ayudar a cambiar eso. La Ley de acceso al Aire Libre para Todos apoya el programa ORLP para asegurar que mediante un financiamiento se garantice que el acceso a los espacios naturales esté disponible para todas las comunidades, especialmente las de bajos ingresos y las que más lo necesitan. Los proyectos de ORLP están impulsados por prioridades locales y han financiado todo, desde la conversión de terrenos abandonados en parques públicos, hasta el desarrollo de senderos de usos múltiples para brindar acceso a ecosistemas naturales, donde observar la vida silvestre y ofrecer oportunidades educativas y de empleo para personas de bajos y moderados ingresos.
Aún así, se debe trabajar mucho más para aumentar el acceso equitativo al aire libre. Ahora que la LWCF está totalmente financiada, debemos priorizar aún más los proyectos que invierten en el acceso al aire libre para las comunidades que históricamente se han visto privadas de él y son más propensas a los impactos catastróficos del cambio climático.
A pesar de esto, muchos planes estatales no abordan intencionalmente la equidad en el acceso al aire libre y continúan ignorando a las comunidades que más carecen de recursos para la recreación en estos espacios.
Para proyectos federales de adquisición de tierras, las agencias federales a menudo trabajan con organizaciones sin fines de lucro, fideicomisos de tierras y funcionarios electos para crear una lista de prioridades anuales para los fondos de la LWCF. Cada una de estas entidades debe emprender pasos significativos para hacer que el proceso sea más inclusivo, particularmente para las comunidades compuestas principalmente por Latinos, Negros, Indígenas y otras personas de color. Una versión mejorada de las sesiones de escucha de America's Great Outdoors de la administración Obama sería un buen comienzo.
Además del ORLP, la LWCF proporciona subvenciones a los estados y localidades a través del programa State Side. Cada estado debe preparar un Plan Estatal Integral de Recreación al Aire Libre (SCORP siglas en inglés) aprobado por el Servicio de Parques Nacionales para ser elegible para este financiamiento y desarrollar un Proceso Abierto de Selección de Proyectos que proporcione criterios y estándares objetivos para la selección de potenciales soluciones. A pesar de esto, muchos planes estatales no abordan intencionalmente la equidad al aire libre y continúan ignorando a las comunidades que más carecen de recursos para la recreación en estos espacios. El Servicio de Parques debe considerar la necesidad de justificar la equidad para los SCORP y explorar otras formas de incentivar a los estados a priorizar la inversión y la equidad en su planificación.
Aunque estos procesos se consideran "abiertos", a menudo los mantienen bajo supervisión los grupos conservacionistas tradicionales que pueden priorizar los intereses de las comunidades e individuos que se asemejan a su propia base de miembros. No abiertos a las necesidades de las comunidades que históricamente han sido excluidas de la toma de decisiones sobre el uso de las tierras, y su protección y acceso, por lo que es importante apoyar la Ley de Acceso al Aire Libre para Todos.
También debemos abordar la fuente de financiamiento de la LWCF. La Ley de Espacios Abiertos financió por completo la LWCF, pero lo hizo con las regalías que recibe el gobierno federal por las perforaciones de petróleo y gas en alta mar. Ésta no puede ser la solución a largo plazo. La próxima administración presidencial debe hacer que la prohibición de la perforación en alta mar sea una prioridad desde el primer día y también identificar una fuente alternativa para financiar la LWCF.
La Ley de Espacios Abiertos es un paso importante hacia la preservación de nuestras tierras públicas, pero el trabajo para crear espacios al aire libre más equitativos no se detiene aquí. Debemos trabajar y apoyar leyes como La Ley de Acceso al Aire Libre para Todos para garantizar que las comunidades afectadas participan en el proceso de priorizar los proyectos de la LWCF y garantizar que su financiación sea sostenible. La Ley de Espacios Abiertos Act puede realmente honrar el legado de John Lewis, pero solo si nos mueve hacia lograr que más personas de menores recursos puedan acceder a ellos y puedan disfrutarlo.
Joel Pannell es director asociado del Sierra Club Outdoors.