Adaptado al español por Isa Traverso para el Sierra Club del artículo original de Fionn Pooler. Read it in English here.
Como gran parte del comercio moderno, la industria del café tiene un historial complicado en cuanto a los impactos ambientales. El trayecto del café desde los árboles de Etiopía o Brasil hasta tu tienda local es largo e indudablemente contaminante, desde los barcos de carga que transportan los granos a nuestras costas, hasta el gas y la electricidad utilizados para moler y preparar nuestra bebida favorita, terminando con la gran cantidad de residuos de vertedero generados por las cafeterías.
Al mismo tiempo, el café hace un bien tangible. Los cafetales y sus cultivos de sombra protegen a las aves migratorias y sirven como desagües de carbono. Además, a veces las escuelas y los hospitales se construyen con los ingresos de las ventas de café verde. Y las cafeterías se han convertido en importantes activos de la comunidad, para salas de reuniones, espacios de organización y galerías de arte.
Entonces, ¿qué debe hacer un consumidor amante del café? Los principales responsables del daño ecológico son los grandes conglomerados. No podemos controlar personalmente el comercio mundial del café. Aún así, hay algunas formas simples de mitigar nuestra contribución para sentirnos un poco mejor sobre ese ritual matutino.
Compra local, compra poco, haz preguntas
Hacer el café en casa es una de las formas más simples y efectivas para disminuir tu huella de café. En lugar de comprar cualquier cosa que esté a la venta en el supermercado, busca tu moledor de café cercano y habla con ellos. Haz preguntas, ve cómo funcionan y descubre qué están haciendo para reducir el desperdicio y el uso de energía. (La mayoría de los sitios también te permiten traer tu propio contenedor, lo que elimina la necesidad de una bolsa difícil de reciclar). Y mientras compras en tiendas locales, compra menos. Compra lo que necesitas, úsalo y compra más; esto reducirá tu propio desperdicio y te permitirá disfrutar de un café más fresco y de mejor sabor.
Invierte en una taza para llevar
Hablando de lo difícil de reciclar, ¿sabías que Starbucks usó casi 4 mil millones de vasos desechables en 2017? Las tazas de café desechables son increíblemente difíciles de reciclar. Entonces, ¿por qué no invertir en una taza reutilizable para llevar? Como beneficio adicional, puedes ahorrar algo de dinero: la mayoría de los sitios ofrecen descuento a los clientes que usan sus propias tazas.
O mejor aún, disfruta de tu café en la cafetería
Tómate 10 minutos para sentarte tranquilamente a disfrutar de tu cafecito. Contempla el sabor, mira por la ventana, mira a la gente, escucha la música y disfruta del ambiente. Es meditativo y también evitas usar un vaso desechable.
Usa tu fuerza
Un molinillo manual y una máquina de café espresso de palanca manual probablemente sean las herramientas más baratas y ecológicas para preparar café en casa. Las máquinas de café espresso completamente manuales están mejorando todo el tiempo: Fellow Products incluso vende un accesorio que se puede usar con la cafetera AeroPress que simula la experiencia del café espresso, lo que significa que, al menos en teoría, puedes saborear una deliciosa y concentrada sacudida de cafeína mientras estás en pijama. Y simplemente usar una cafetera manual como Chemex o Kalita Wave es mejor que una máquina de goteo eléctrica, que desperdicia mucha electricidad (y tiende a producir café relativamente por debajo del nivel normal).
Prepáralo manualmente o bébelo frío
Hacer tu café por la mañana no solo es un acto pacífico y meditativo, sino que si sigues algunas reglas simples (solo hierve el agua que necesitas, solo prepara lo que beberás), también puede ser ecológico. El uso de un paño o filtro de metal elimina otro elemento derrochador, ya que la mayoría de los filtros de papel están hechos con productos químicos agresivos (aunque es posible comprar versiones sin blanquear).
Si no quieres hervir una tetera y no te importa esperar, entonces el café frío puede ser el camino a seguir (aquí hay una receta buena y simple). Simplemente muele el café en grano, déjalo reposar durante la noche y terminarás con una magia negra deliciosa y concentrada. Diluir al gusto, guardar el resto en el refrigerador y listo para la próxima semana más o menos.
Sé consciente con los desechos plásticos
En los últimos años se ha visto un gran aumento en las prohibiciones de pajitas de plástico o popotes, que son muy difíciles (si no imposibles) de reciclar y tienden a terminar en vertederos o contaminar nuestras vías fluviales, donde causan estragos en la vida marina. En consecuencia, muchas compañías cafeteras han optado en cambiarlas por alternativas de papel o metal (o simplemente por no ofrecer popotes o pitillos).
El problema de los desechos plásticos en la cadena de suministro de café es importante, pero también vale la pena mirar a otros culpables más grandes: tazas desechables, bolsas de café. Dicho esto, si no lo necesitas, no lo uses.
Di no a los agitadores de plástico y madera
La humilde cuchara ha estado en uso desde al menos los tiempos del antiguo Egipto, por lo que no hay necesidad de usar una alternativa desechable. Si estás preparando café en casa o en la oficina, simplemente agrega la crema o leche primero. Si tu cafetería favorita usa agitadores, considera plantear el problema a un gerente y pregúntale si consideraría buscar opciones reutilizables.
Recicla la borra del café
Los granos de café usados son excelentes para tu compost: son básicamente de pH neutro y son una excelente fuente de nitrógeno. Si no tienes un compost o servicio municipal, simplemente espolvorea los residuos de café en tu jardín o incluso en la grama. Y si te sientes especialmente ambicioso, el café molido es un excelente exfoliante corporal o una adición al jabón casero.
Bebe tu café negro
Con suerte, el café que estás bebiendo es lo suficientemente sabroso por sí solo. El objetivo que comparten todos los tostadores de café es que su producto se mantenga por sí solo sin la necesidad de crema o azúcar, lo que permite al consumidor saborear los matices y la calidad que contienen.
Ten en cuenta que la industria lechera industrial tiene una enorme huella de carbono. Incluso si tu café favorito utiliza una fuente de leche sostenible, la realidad es que las vacas equivalen a metano, lo que equivale al calentamiento global. Por lo tanto, prueba tu café negro, incluso puede que te guste más así.
El Sierra Club sabe que hay hábitos difíciles de romper, pero siempre es posible hacer pequeños cambios. Con estos tips sobre el café y lo que puedes hacer para que seas más verde a la hora de consumirlo colaboras con el medio ambiente a tu manera, ya sea tomando el café negro, haciéndolo en casa o evitando el uso de vasos y agitadores.