Vietnam Memorial en Washington, DC
¿Cansado de esta larga e interminable campaña electoral? Siga leyendo. Quizá esto le va a levantar el ánimo en estos días de gran incertidumbre.
Nuestra comunidad tiene mucho de qué estar orgullosa, por ejemplo, del Sargento Roy Benavídez, cuyo extraordinario acto de heroísmo le valió la Medalla de Honor del Congreso, la más alta condecoración de este país. Durante un combate en la Guerra de Vietnam, se presentó voluntario a recobrar al resto de su unidad, todos heridos o muertos. Al bajar del helicóptero y correr hacia sus compañeros entre una granizada de balas y metralla, Benavídez fue herido tres veces. Disparando, corriendo y combatiendo, incluso cuerpo a cuerpo, logró rescatar a todos los heridos.
Pero el Sargento Benavídez no está solo en el Panteón de los Héroes. Un total de 61 hispanos han sido galardonados con la Medalla del Honor. Y nada menos que 17 de ellos la recibieron hace solo dos años, tras décadas de ser ignorados sus actos heroicos debido a que eran hispanos. Solo dos de ellos la recibieron de manos del Presidente Obama en persona —los sargentos Santiago Erevia y José Rodela. Las demás fueron otorgadas a título póstumo.
Todos ellos, y muchos más que lucharon en otras guerras lo hicieron por su país, Estados Unidos, por su comunidad y su familia, para que se les reconociera su legítimo lugar de pleno derecho en esta sociedad.
Otros muchos lucharon en las calles, cortes y legislaturas del país en defensa de nuestros derechos civiles, como el voto y un ambiente limpio. Los hispanos sufrimos desproporcionadamente el impacto de la contaminación de combustibles fósiles, como el carbón, petróleo y gas, lo cual se traduce en índices dolorosamente altos de asma, enfisema, males coronarios, cáncer y muerte prematura. Este bombardeo tóxico no solo afecta nuestra salud y bienestar, sino también nuestra capacidad de prosperar y progresar.
Las contribuciones de nuestra gente a Estados Unidos son extraordinarias e innumerables. Somos cerca de 60 millones de personas, la mayor minoría del país. Y ahora, se espera que al menos 13,1 millones de nosotros vayamos a las urnas, una formidable fuerza electoral que muy bien podría decidir la contienda por la Casa Blanca y muchas otras.
El 8 de noviembre, va a tener la oportunidad expresarse en las urnas. Será el día para recordar quién nos acoge con los brazos abiertos; quién lucha por la limpieza del agua y el aire; quién apoya el combate contra el cambio climático y un futuro brillante y limpio para nuestros hijos.
El 8 de noviembre podremos honrar el sacrificio de los sargentos Benavídez, Erevia y Rodela, y de los cientos de miles de hispanos que lo dieron todo, hasta la vida, para que usted y yo seamos miembros de pleno derecho de esta sociedad. Recuérdelos el 8 de noviembre usando su poder y votando por el futuro de su familia.