¡Huele a Limpio! La imparable oleada de buenas noticias sobre la crisis climática nos llena de optimismo en la pelea de nuestras vidas. Desde el Acuerdo Climático de París, la revolución energética avanza imparable.
San Diego, CA, la quinta mayor ciudad de Estados Unidos, anunció hace unas semanas que se ha comprometido a adoptar energía limpia al 100% para 2035. Esta ciudad gobernada por el un alcalde conservador se une a otras 15 más con similares compromisos. Y la campaña del Sierra Club Ready for 100 (Listos para el 100% de energía limpia) comenzó a urgir a alcaldes de todo el país a seguir este ejemplo.
Pero el torrente de buenas noticias es mundial. Costa Rica generó el 99% de su energía en 2015 por medio de fuentes renovables. Dinamarca, por segundo año consecutivo, batió el récord mundial de energía eólica, ya que en 2015, generó el 42% de su electricidad gracias al viento. Según la agencia de calificación financiera Standard & Poor’s, tras el Acuerdo de París, el mundo se ha comprometido a invertir más de $16 billones (trillions en inglés) en energía limpia.
Y uno pensaría que con el desplome de los precios del petróleo —cuesta menos de $30 por barril, el nivel más bajo en 12 años— la energía limpia estaría condenada. Todo lo contrario. Según Bloomberg News, las industrias solar y eólica y otras fuentes limpias atrajeron en 2015 inversiones globales por valor de unos $330,000 millones, casi seis veces más que en 2004.
El retroceso de la industria de combustibles fósiles también parece imparable. Arch Coal, la segunda mayor carbonera de Estados Unidos, se ha declarado en quiebra, contribuyendo así a la ya desesperada situación de esta industria en nuestro país. De hecho, en una decisión histórica, la administración Obama ha frenado todos los arriendos de explotaciones carboneras en terrenos federales.
Pero no todo huele a rosas. El espantoso escape de gas de Porter Ranch, el cual amenaza la salud de los residentes Los Angeles, ya se considera la peor catástrofe ecológica en nuestro país desde el derrame petrolero de BP en el Golfo de México. 2015 fue con mucho el año más cálido desde que se empezaron a registrar las temperaturas mundiales hace casi siglo y medio. De hecho, fue un 20% más cálido que el récord anterior establecido en 2014.
Este diario bombardeo de combustibles sucios nos cuesta a todos una enormidad. Un nuevo estudio de investigadores de las universidades de Harvard y California, Davis, establece una estrecha relación entre el aumento de la contaminación del aire con el incremento de la criminalidad. El informe, realizado en Chicago, concluyó que cuando el viento empuja la contaminación de dos grandes autopistas hacia los barrios aledaños, el índice de criminalidad allí sube un 2.2%. Los investigadores concluyeron que el impacto económico de la contaminación de carros y camiones en la criminalidad asciende a unos $200 millones anuales solo en Chicago.
¡Tiene que oler a limpio! Esa es la solución. En su reciente reporte, la Fundación Solar informó que en 2015 esa industria creció más del 20% —casi 12 veces más rápido que la economía en general— aumentando su número de trabajadores a casi 210,000. De hecho, el empuje mundial de la energía limpia, indica Bloomberg News, es “irreversible”, permitiendo a las naciones en desarrollo satisfacer sus necesidades energéticas mucho más rápido que con los combustibles sucios.
Avanzamos hacia un futuro limpio viento en popa con el sol en el rostro.