Washington, DC — La Administración Obama anunció hoy un proceso para establecer los primeros controles de emisiones de metano procedente de las extracciones de petróleo y gas natural. El metano, el cual escapa a la atmósfera durante operaciones de perforado y fracking, y su distribución, es un contaminante climático 86 veces más potente que el dióxido de carbono durante un periodo de 20 años.
Como respuesta, el director ejecutivo del Sierra Club, Michael Brune, declaró lo siguiente:
Reducir el metano en la atmósfera es necesario para combatir la contaminación de cambio climático causada por el dramático crecimiento de la producción petrolera y gasera en Estados Unidos. Esta expansión ha sido posible gracias a peligrosas técnicas, como el fracking, al cual se opone el Sierra Club porque contamina el aire y el agua de todos y obstaculiza la prosperidad de la economía de energía limpia. No podemos permitirnos esperar más. Regular el metano directamente es un paso crucial, pero la Agencia de Protección Medioambiental y el Buró de Gestión de Terrenos deben actuar rápidamente para reducir las emisiones de todas las fuentes nuevas y existentes en el sector petrolero y gasero, incluyendo el transporte y distribución del gas natural.
Regular el metano, sin embargo, no es una meta en sí y no hará el fracking petrolero y gasero seguro para el clima. La continuada dependencia de combustibles fósiles es una práctica peligrosa para las comunidades y el clima. Numerosos estudios científicos indican que debemos dejar más de dos tercios de las reservas de combustibles fósiles en el subsuelo para evitar el caos climático. Debemos avanzar con premura hacia una economía de energía limpia, como la solar y la eólica, y de eficacia energética que deje los combustibles fósiles en el subsuelo.