La Madre Tierra. Así se conoce nuestro planeta, pero ¿alguna vez nos hemos detenido a pensar por qué? A días de la celebración oficial del Día de la Madre en los Estados Unidos me surge esta interrogante y sin pensar mucho, entiendo perfectamente por qué.
Es la Madre Tierra porque nos brinda todo lo que necesitamos para vivir. Su generosidad es asombrosa, sus detalles hermosos, su belleza es extrema y sus regalos, a pesar que no son infinitos, son de gran magnitud. Por lo tanto, no me sorprende que el grupo de activistas ambientales de mayor crecimiento en los últimos tiempos sean las madres.
Los movimientos ambientales liderados por mamás no son nuevos. Mothers of East Los Angeles (MELA, según sus siglas en inglés), estuvo entre los primeros grupos en denunciar el racismo ambiental cuando, a principios de la década de 1990, protestaron por el establecimiento de un incinerador de desechos tóxicos en un vecindario mayoritariamente Latino. El movimiento Chipko en India y el Movimiento Cinturón Verde en Kenia fueron construidos por madres.
Pero ahora la organización de estos movimientos está yendo un paso más allá, la lucha de base y el activismo en las calles continúa y sigue siendo de suma importancia, pero las madres se han organizado para atacar la crisis climática en un lugar donde el impacto será inmediato: en las urnas de votación.
Una de estos grupos es Vote Like A Madre. Su objetivo es sencillo, recordarle a las madres que hay que salir a votar porque el futuro de nuestros hijos está en juego. ¿Y por quién votar? Más sencillo aún, por candidatos que tengan planes ambiciosos para combatir el cambio climático y así lograr vidas más estables para nuestros hijos.
Sin planes concretos y audaces que combatan esta crisis climática, nuestros niños no tendrán un planeta habitable. La paciencia de la Tierra, igual a la de una madre que le ha dicho por quinta vez a su hijo o hija que recoja su cuarto, se agota. Y bien sabemos que no hay nadie que entienda mejor a una madre que otra madre, por lo tanto, no debemos dejar pasar por alto el cansancio que siente nuestra Pachamama.
Tenemos que entender de una vez que las bondades de la Tierra, como son el aire, agua y alimentos, no son eternos y debemos trabajar más duro para protegerlos. Votar inteligentemente es una de las pequeñas grandes acciones que una madre puede hacer para salvaguardar, para ella y especialmente para sus hijos, este lugar que llamamos hogar.
Este Día de la Madre mi deseo es que nos celebren a todas como merecemos, porque ser mamá es el rol más exigente que cualquier humano pueda realizar. Y no solo deseo eso, también quisiera que, luego de este día de festejo no olvidemos a la Madre de todos, salgamos a tomar acción para protegerla. Cierro diciendo “Madres, una de nosotras nos necesita, ¿qué haremos por ella?”.
En el Sierra Club nos unimos a organizaciones como Vote Like A Madre, entre otras, para seguir impulsando una agenda de cambio en nuestro gobierno.
Mother Earth. This is how our planet is known, but have we ever stopped to think why? A few days after the official celebration of Mother's Day in the United States, this question arose, and without thinking much, I fully understand why.
It is Mother Earth because it provides us with everything we need to live. Her generosity is amazing, her details are beautiful, her beauty is extreme, and her gifts, although they are not infinite, are of great magnitude. So it comes as no surprise to me that the fastest-growing group of environmental activists in recent times are mothers.
Mom-led environmental movements are not new. Mothers of East Los Angeles (MELA) were among the first groups to denounce environmental racism when, in the early 1990s, they protested the establishment of a toxic waste incinerator in a predominantly Latino neighborhood. The Chipko movement in India and the Green Belt Movement in Kenya were built by mothers.
But now, the organizing of these movements is going a step further. The grassroots struggle and activism in the streets continues and remain of paramount importance, but mothers have organized to attack the climate crisis in a place where the impact will be immediate: at the ballot box.
One of these groups is Vote Like A Madre. Its objective is simple, to remind mothers that they have to go out and vote because the future of our children is at stake. And for whom do they want you to vote for? The answer is simple: for candidates who have ambitious plans to combat climate change and thus achieve more stable lives for our children.
Without concrete and bold plans to combat this climate crisis, our children will not have a livable planet. The patience of the Earth, equal to that of a mother who has told her son or daughter to pick up their room for the fifth time, is running out. And we know well that there is no one who understands a mother better than another mother; therefore, we must not overlook the fatigue that our “Pachamama” feels.
We have to understand once and for all that the benefits of the Earth, such as air, water, and food, are not eternal, and we must work harder to protect them. Voting smartly is one of the great little things a mother can do to safeguard, for herself and especially her children, this place we call home.
This Mother's Day, my wish is that we all be celebrated as we deserve because being a mother is the most demanding role that any human being can perform. And not only do I want that, I also want us, after this day of celebration, to not forget the greatest Mother of all and to go out and take action to protect her. I close by saying this, “Mothers, one of us needs us; what shall we do for her?”
At the Sierra Club, we join organizations such as Vote Like A Madre, among others, to continue promoting an agenda for change in our government.