(English follows)
Un hombre sabio dijo una vez, que en las peores emergencias, busca a quien te ampare. En este 2022, hemos tenido la fortuna de contar con una larga lista de héroes que nos amparan en medio de múltiples emergencias.
La climática y ambiental es la más urgente. En demasiados países del mundo, defender el futuro de nuestro planeta es extremadamente peligroso, sobre todo en América Latina. De los 200 ambientalistas asesinados en el mundo en 2021, el 75% de ellos ocurrió en esa región. Y Colombia es uno de los más mortales, con al menos 33 asesinatos allí cometidos. Uno de los héroes supervivientes de estos crímenes es la actual vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, quien antes de llegar al poder este año gracias a unas elecciones históricas, trabajó incansablemente contra la devastación de la minería legal e ilegal en su región de El Cauca. Ganadora del Premio Goldman, el nóbel de la ecología, en 2018, un año después sobrevivió junto con otros activistas un ataque de asesinos a sueldo.
“No me convertí en activista ambiental por voluntad propia”, Márquez, madre soltera, ex sirvienta y abogada antes de llegar a la vicepresidencia, dijo a la Revista Sierra. “La sociedad no tiene más remedio que hacerse ecologista si queremos sobrevivir”.
Márquez y el Presidente Gustavo Petro, los primeros progresistas que llegan al Palacio de Gobierno colombiano, trabajan para adoptar la energía limpia y renovable en el país y acabar con los abusos de la minería y la dependencia colombiana de las exportaciones de combustibles fósiles.
El vecino Brasil también ha sufrido la extraordinaria devastación de una economía basada en el pillaje de la herencia natural, en este caso liderada por el ultraderechista Presidente Jair Bolsonaro. Desde que fue elegido en 2018, el autoproclamado “Capitán Motosierra” ha liderado una destrucción de la selva amazónica sin precedentes—13.000 millas cuadradas, un área similar a la del estado de Maryland. Su apoyo a la minería y ganadería y su desfinanciación de las agencias gubernamentales protectoras han disparado tal pillaje de la selva amazónica que amplias zonas se han convertido en sabanas baldías. No se concibe una civilización humana sin un Amazonas saludable. Es por ello que no solo Brasil sino el mundo entero se jugaba buena parte del futuro del planeta en las recientes elecciones. La alternativa era Luiz Ignácio “Lula” da Silva, en cuyo mandato entre 2003 y 2010 redujo drásticamente la destrucción del Amazonas. Por fortuna, en la segunda vuelta de los comicios, la mayoría de los votantes brasileños dio el triunfo a Lula, aunque solo por el 2% de los votos. Según un estudio de Carbon Brief, la victoria de Lula podría significar una reducción del 90% en la deforestación amazónica en la próxima década.
Como en Brasil, las víctimas propiciatorias de los saqueadores de la herencia natural del planeta son los pueblos indígenas. En los últimos 10 años, de los más de 1,700 ecologistas asesinados en el planeta, casi el 40% de ellos fueron indígenas, pese a que solo forman el 5% de la población mundial. La gran mayoría de estos pueblos vive en las regiones del planeta más castigadas por la crisis climática y que menos ha contribuido a ella. Finalmente, y tras décadas de incesante activismo, representantes de estos países, muchos de ellos en América Latina, lograron un triunfo histórico en la reciente Cumbre Climática COP 27 en Egipto. Las naciones más ricas acordaron contribuir al llamado Fondo de Pérdida y Daños, una iniciativa mundial que busca paliar los impactos humanos y económicos de la subida del nivel del mar, inundaciones, sequías y otros aspectos del clima extremo.
“Por demasiado tiempo, los países ricos han evadido esta responsabilidad”, dijo Ramón Cruz, presidente del Sierra Club y participante en la cumbre. “Las conversaciones de la COP 27 marcan el fin de este intolerable retraso”.
Ahora nos toca convertirnos en nuestros propios héroes y ayudar a los ayudadores.
(English)
In Times of Emergency, Look for the Helpers
A wise man once said, during scary times, look for the helpers. In this 2022, we have been fortunate to have a long list of heroes who have fought for and protected us in the middle of multiple emergencies.
The climatic one is the most urgent. In too many countries around the world, defending the future of our planet is an extremely dangerous endeavor, especially in Latin America. Out of the 200 environmental activists murdered in 2021, 75 percent were killed in that region. Colombia, in particular, is one of the most lethal countries, with at least 33 murders. One of the heroes who survived that violence is current Vice-President Francia Márquez. Before ascending to power in a historic election this year, she tirelessly fought the devastation brought about by both legal and illegal mining in her region of El Cauca. Winner of the Goldman Prize in 2018, considered the Nobel of ecology, she survived an assassination attempt along with several other Colombian activists a year later.
"I did not become an environmentalist as a personal choice,” Márquez, a single mother, a former domestic servant and a lawyer, said to Sierra Magazine. “Society has no choice but to become environmentalist if we hope to survive.”
Márquez and President Gustavo Petro, the first left-wing tandem to win a presidential election in Colombia, are working to adopt a clean, renewable energy economy, and put an end to the abuses of mining interests and Colombia’s dependence on fossil fuel exports.
Neighboring Brazil has also suffered the extraordinary devastation of an economy based on the pillage of the natural world, in this case, led by radical rightwing President Jair Bolsonaro. Since he was elected in 2018, the self-proclaimed “Captain Chainsaw” has brought an unprecedented level of destruction in the Amazon forest—13,000 square miles, an area equivalent to the state of Maryland. His support to mining and cattle ranching, and his defunding of protecting government agencies has triggered such pillage of the Amazon that vast areas have been reduced to desolate savannahs. It’s inconceivable to imagine a human civilization without a healthy Amazon forest. That’s why a good portion of the planet’s future was at stake at the recent Brazilian elections. The alternative was Luiz Ignácio “Lula” da Silva, who, during his presidency from 2003 and 2014, drastically reduced the Amazon deforestation. Fortunately, in the second-round election, the voters handed him the victory, although for only two percentage points. According to a Carbon Brief study, Lula’s victory could reduce deforestation in Brazil by 90% over the next decade.
Like in Brazil, all too often, the victims of the destruction of the natural world are Indigenous peoples. In the last 10 years, of the more than 1,700 environmental activists murdered around the world, almost 40 percent were members of these communities, even though they comprise only 5 percent of the planet’s population. The vast majority of these communities live in the countries most punished by the climate crisis and that have contributed the least to it. Finally, after decades of ceaseless activism, representatives from those countries, many of them from Latin America, scored a historic victory at the COP 27 Climate Summit in Egypt. The wealthiest nations agreed to contribute to the Loss and Damage Fund, a global initiative seeking to mitigate the both human and economic impacts of sea level rise, floods, droughts and other aspects of extreme weather.
“For too long, wealthy countries have tried to dodge this hard conversation,” said Sierra Club President Ramón Cruz, a summit participant. “The COP 27 talks marked the end of this intolerable delay.”
Now we need to become our own heroes and help each other in these scary times.