La pasión y sabiduría ancestral de Christian Gerlach/The Passion and Ancestral Wisdom of Christian Gerlach

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Nota del editor: Christian Gerlach es organizador en el Sierra Club en Las Vegas Nevada. Las opiniones expresadas en esta entrevista son exclusivamente suyas. 

Todos nacemos una sola vez, pero hay quienes como en el caso de Christian Gerlach, podríamos decir que lo hizo dos veces. La primera de su madre, y la segunda de las propias entrañas de la madre naturaleza. Así lo narra este joven activista ambiental del Sierra Club, cuya pasión al hablar fluye como las aguas de un río que alimentan un caudal cada vez mayor de la lucha por preservar el medio ambiente.

¿Hubo algún evento que te conectó con tu vocación como activista ambiental?

CG: Mi conexión con el medio ambiente se lo debo en gran parte a mis padres y a las excursiones a la naturaleza que hice con ellos desde que era muy niño. A mi papá y a mi mamá les gustaba mucho ir a las montañas al norte de Nevada. Literalmente mi primer recuerdo es una excursión en la que fuimos al Parque Nacional Great Basin, a unas cuevas. Esa experiencia fue tan impresionante que marcó mi vida. Durante una parte del tour te llevan a una galería enorme de la cueva y de pronto apagan la luz, para mostrarte cuán oscura es. Grité y grité asustado. Cuando salimos de la oscuridad absoluta y se abrió ante mí la impresionante belleza del valle y las montañas con su luz enmarcados en el azul del cielo fue como nacer de nuevo. Recuerdo que vi a mi papá cargando a mi hermanita sonriéndonos, fue algo muy impactante, muy bonito. De allí viene mi conexión tan poderosa con la naturaleza, de ese alumbramiento mágico.

Christian Francisco Francisco Gerlach Bogarín, lleva con mucho orgullo ese nombre tan largo en honor a sus abuelos, el primer Francisco por su abuelo alemán, y el segundo Francisco por su abuelo mexicano. Nació y creció en Las Vegas, Nevada. 

CG: Mi papá nació en Berlín, Alemania, en 1940, desafortunadamente en plena Segunda Guerra Mundial, y mi mamá nació y creció en San Luis Río Colorado, en Sonora, un pueblito que estaba tan orgulloso de que el mismo Río Colorado entrase a México por ese punto que por esa razón le pusieron al pueblo como del Río Colorado.

CG: Otro recuerdo muy vivo que tengo presente, y probablemente fue lo que de veras me inspiró a proteger el medio ambiente, ocurrió durante otra excursión como a los 4 o 5 años, en la que mi papá me dijo mientras veíamos unos venados en un valle en las montañas “Hijo ¿ves esos venados? Lamentablemente algún día van a morir, igual que tú o yo”. Parece algo bastante fuerte para decirle a un niño tan pequeño, pero yo no le culpo, pues mi papá tuvo una vida muy difícil durante la guerra y después de ella. Pero esa tajante afirmación fue para enseñarme algo muy bonito que engloba una gran sabiduría: “Si actuamos responsablemente, como encargados de la naturaleza y del planeta, estos recursos estarán perpetuamente aquí, para las generaciones futuras. Los recursos naturales que disfrutamos hoy nosotros no son nuestros, son prestados, le pertenecen a las generaciones que vendrán después”. Esa enseñanza la aprendió mi papá de su padrastro, quien a su vez la aprendió de los Indígenas Ojibwe que viven alrededor de los grandes lagos en los Estados Unidos y Canadá. Siendo joven lo enviaron a Norteamérica a aprender otra cultura, otro modo de pensar, y así llegó hasta mí.

¿Qué te hizo unirte al Sierra Club? ¿Cuál fue la primera acción que tomaste como activista? 

CG: Yo supe del Sierra Club cuando tenía como 15 o 16 años cuando estuve tomando clases avanzadas en la universidad para terminar mis estudios más rápidamente. Durante mi preparatoria, aproveché programas que me permitieran tomar créditos universitarios, y una de las clases que tomé fue apreciación e historia del arte. Como parte de un trabajo fui a distintas galerías a ver obras de arte y en una de ellas pude apreciar una exposición fotográfica de Ansel Adams, quien fue en el pasado miembro de la directiva del Sierra Club. Las impactantes fotografías en blanco y negro de Ansel Adams y su historia me conmovieron mucho. Específicamente cómo organizó sus fotografías para abogar por una mayor protección a la naturaleza, defender las tierras públicas y ampliar los parques nacionales. Esa experiencia causó tal impresión en mí, que desde ese momento quise trabajar para el Sierra Club y dedicar mi vida a la protección del medio ambiente. Algo inspirador fue lo que hizo Ansel Adams por los japoneses-americanos durante la segunda guerra mundial. Mucha gente no lo sabe, pero él hizo un reportaje sobre estas personas que fueron enviadas a campamentos de internamiento solo por ser de origen japonés. Adams mostró la injusticia de esas pobres personas que fueron despojadas de sus derechos aun siendo ciudadanos. Incluso, el gobierno censuró sus fotos, artículos y libros. Eso me recordó mucho a mi abuela paterna quien junto a mi abuelo biológico huyeron de Berlín en 1938, después del Kristallnacht, (la noche de los cristales rotos), en la que los nazis rompieron todas las vidrieras de las tiendas pertenecientes a judíos y a muchos los lincharon. Mi abuelita ayudó a varios amigos y conocidos que eran intelectuales y judíos a escapar hacia Holanda antes que ese país fuese invadido. 

Comencé a trabajar con Sierra Club como voluntario 7 u 8 años después para tratar de impedir el desarrollo de la extracción de petróleo y gas por medio del fracturamiento hidráulico en el estado de Nevada. Originalmente como activista y luego me ofrecieron un empleo.

¿En qué iniciativa o campaña del Sierra Club trabajas tú?

CG: Yo trabajo para la campaña Our Wild America Lands, Water & Wildlife. La campaña de protección de tierras públicas, parques, aguas y vida silvestre. 

Como ambientalista, ¿en qué medida crees que les está afectando el cambio climático a la comunidad Hispana tanto en Nevada como en los Estados Unidos?

CG: Desafortunadamente la historia de racismo en EE.UU. ha afectado a la comunidad Hispana de manera desproporcionada. Cuando tenía 4 o 5 años viviendo aquí en Las Vegas comencé a sufrir de problemas respiratorios y asma, a causa de estar expuesto a tanta contaminación producida por el humo de los autos. Los gases se concentraban en las partes más bajas del valle, en áreas deprimidas donde están las comunidades Hispanas con menos recursos económicos. Eso es algo que todavía nos afecta mucho en el estado de Nevada hoy día. Es un problema recurrente que se ve en muchas partes del país y se refleja en el elevado índice de enfermedades respiratorias y otros males derivados de la contaminación en las comunidades Hispanas y de color que se concentran en donde hay muchas autopistas o fábricas. 

​​Qué debería ocurrir para darle mayor visibilidad a las comunidades Hispanas y sumar voces ante el problema del cambio climático y la justicia ambientalista. ¿O crees que no está ocurriendo?

CG: Claro que está ocurriendo. Precisamente por eso estoy aquí. Hay muchas organizaciones al sur de Nevada dedicadas a organizar a las comunidades Hispanas para luchar contra el cambio climático, como Green Latinos o Make the Road Nevada que abogan por los derechos de los inmigrantes y la justicia ambiental. Pero falta mucho, mucho trabajo por hacer para que esas comunidades tengan las mismas oportunidades que yo tuve, y que otros han tenido. Desafortunadamente ahí se manifiesta el racismo ambiental en este país. Tenemos que trabajar mucho más en la educación de comunidades Hispanas y de bajos recursos. Enseñarles que ellos tienen el poder de influir y cambiar las políticas del gobierno para mejorar la calidad de vida de sus comunidades. Hace falta abrirles espacio en otros sectores dentro del Sierra Club y otras organizaciones que se dedican a la protección del medio ambiente, para darle voz a los Hispanos, y que puedan asumir el liderazgo de sus propias acciones. Así podrán dar sus puntos de vista, contar sus historias, e inspirar a otros a sumarse a la causa ambiental.  

Hablando de conservación, en tu experiencia ¿cómo experimentan los Hispanos la naturaleza? ¿Es diferente a cómo la experimentan otras comunidades que no son Hispanas, y qué harías tú para animarlos para unirse a organizaciones como el Sierra Club que se dedican a la protección de la naturaleza?

CG: El disfrute de las excursiones a la naturaleza que yo he visto son muy similares entre todas las comunidades, lo único que yo veo distinto es que ciertos sectores de la comunidad Hispana, sobre todo los que tienen sangre Indígena y están más conscientes de sus raíces, muestran mucho más respeto por las creencias basadas en la naturaleza. Existe mucha gente en las comunidades Hispanas de bajos recursos económicos que no tienen acceso ni forma de experimentar la naturaleza, a diferencia de las comunidades Blancas, que tienen mayores recursos económicos. Estamos tratando de combatir eso en la campaña del Sierra Club en la que trabajo, Our Wild America Lands, Water & Wildlife, ayudando a conectar a muchas familias Hispanas con la naturaleza, llevándolas de excursión y enseñándoles cómo proteger el medio ambiente. Desafortunadamente muchos no conocen estas áreas naturales porque sienten temor. Principalmente los inmigrantes de primera generación, quienes entraron a los Estados Unidos cruzando el desierto, casi muriendo de hambre y de sed. Por eso no ven el desierto como algo bueno. Pero aun así me ha tocado llevarlos al aire libre, por ejemplo a un área donde estamos protegiendo los árboles Joshua, un tipo de árbol del desierto y les ha gustado. Como lo estamos haciendo en tratar de proteger un área Avi Kwa Ame en el sur de Nevada (solo en inglés). 

¿Qué harías tú en el plano personal para que más comunidades Hispanas salgan más de excursión a la naturaleza y se incorporen a la lucha contra el  cambio climático y estén a favor de las políticas ambientalistas? Si tú quisieras lograr al menos un objetivo, ¿Cuál sería?

CG: Yo crearía políticas que le den a la comunidad Hispana mayor acceso a la naturaleza a través de transporte público que funcione con energía limpia y renovable. Desafortunadamente el acceso a áreas naturales es difícil porque tienes que tener auto para llegar hasta ellas. Yo abogaría para que los gobiernos municipales, locales y estatales comenzaran políticas para expandir el transporte público hasta los parques nacionales. En Las Vegas tenemos algo de eso que se conecta con el transporte público, pero hay poco acceso hacia las áreas más remotas de Nevada. Si las comunidades Hispanas y de menores recursos tuviesen mayor acceso al medio ambiente te aseguro que se interesarían más en querer protegerla. Porque eso me ocurrió a mí. Por eso me dediqué a esto, y soy un gran apasionado de la protección al medio ambiente. Yo sé que si le damos acceso a la comunidad Hispana a lugares al aire libre también se van a enamorar de la naturaleza como yo lo hice. 

CG: También quiero lograr la protección de otro monumento nacional al norte del área Mesquite Nevada, que se llama East Monument Mountain y Tule Desert donde hay bosques de árboles Joshua. Tenemos que proteger las montañas, los valles y bosques en donde nacen los ríos que fluyen hacia el río Colorado como: el Clover Mountains Wilderness, el Dixie National Forest en Utah, el Kaibab Plateau National Forest del norte de Arizona y otros que contribuyen a aumentar el nivel de sus aguas y el caudal del río Colorado. Desafortunadamente el sobreuso del agua, la explosión de viviendas suburbanas, la agricultura ineficiente y el mal uso del agua en los campos de golf, ha absorbido y utilizado tanta agua que el mismo río es incapaz de llegar ahora hasta el Mar de Cortez. Apenas una generación atrás el río Colorado era tan grande que tenían que utilizar lanchas y planchones para poder cruzarlo.   

CG: He sido muy afortunado, creo que he sido destinado por el universo, tal como dice la sabiduría Indígenas de los Ojibwe. Tengo muchos amigos aquí en Las Vegas, miembros de la tribu Paiute del sur de Nevada. Trabajé y me crié con ellos, aprendiendo de sus conocimientos de la naturaleza y de su cultura. Creo que yo me encuentro en esta posición para continuar abogando no solo por la protección del medio ambiente, sino para preservar la cultura y prácticas Indígenas que les han permitido vivir en armonía con el medio ambiente y que hemos destruido.  

English

Editor's note: Christian Gerlach is an organizer at the Sierra Club in Las Vegas Nevada. The opinions expressed in this interview are solely his own.

We are all born once, but there are those, like in the case of Christian Gerlach, we could say that he was born twice. The first from his mother, and the second from the very bowels of Mother Nature. This is how this young environmental activist from the Sierra Club narrates it, whose passion when speaking flows like the waters of a river that feed an ever-increasing flow of the fight to preserve the environment.

Was there an event that connected you with your vocation as an environmental activist?

CG: My connection to the environment I owe in large part to my parents and the nature excursions I've taken with them since I was a very young child. My dad and mom really liked going to the mountains in northern Nevada. Literally, my first memory is a hike where we went to the Great Basin National Park to some caves. That experience was so impressive that it marked my life. During part of the tour, they take you into a huge gallery of the cave and suddenly they turn off the light, to show you how dark it is. I screamed and screamed in fear. When we came out of the absolute darkness and the impressive beauty of the valley and the mountains with their light framed in the blue of the sky opened up before me, it was like being born again. I remember that I saw my dad carrying my little sister smiling at us, it was something very impressive, very beautiful. That's where my powerful connection with nature comes from, from that magical birth.

Christian Francisco Francisco Gerlach Bogarín proudly bears that long name in honor of his grandparents, the first Francisco for his German grandfather, and the second Francisco for his Mexican grandfather. He was born and raised in Las Vegas, Nevada.

CG: My dad was born in Berlin, Germany, in 1940, unfortunately in the middle of World War II, and my mom was born and raised in San Luis Río Colorado, in Sonora, a small town that was so proud that the Colorado River itself entered Mexico. For that reason, they put the town as the Colorado River.

CG: Another very vivid memory that I have in mind, and it was probably what really inspired me to protect the environment, it happened during another excursion when I was around 4 or 5 years old, in which my dad told me while we were seeing some deer in a valley in the mountains “Son, do you see those deer? Unfortunately one day they will die, just like you or me.” It seems like a pretty strong thing to say to such a young child, but I don't blame him, because my dad had a very difficult life during and after the war. But that blunt statement was to teach me something very nice that encompasses great wisdom: “If we act responsibly, as managers of nature and the planet, these resources will be here forever, for future generations. The natural resources that we enjoy today are not ours, they are borrowed, they belong to the generations that will come later”. That teaching was learned by my dad from his stepfather, who in turn learned it from the Ojibwe Indians who live around the great lakes in the United States and Canada. As a young man, he was sent to America to learn another culture, another way of thinking, and that's how it came to me.

What made you join the Sierra Club? What was the first action you took as an activist?

CG: I found out about the Sierra Club when I was about 15 or 16 years old when I was taking advanced classes in college to get through my studies faster. During my high school, I took advantage of programs that allowed me to take college credit, and one of the classes I took was art appreciation and history. As part of a job I went to different galleries to see works of art and in one of them I was able to see a photographic exhibition by Ansel Adams, who was in the past a member of the Sierra Club board. The striking black-and-white photographs of Ansel Adams and his story moved me very much. Specifically how he organized photographs of himself to advocate for greater protection of nature, defend public lands, and expand national parks. That experience made such an impression on me that from then on I wanted to work for the Sierra Club and dedicate my life to protecting the environment. Something inspiring was what Ansel Adams did for Japanese Americans during World War II. A lot of people don't know it, but he did a series of photo studies on these people who were sent to internment camps just because they were of Japanese origin. Adams showed the injustice of those poor people who were stripped of their rights even as citizens. Even the government censored photos of him, articles, and books of him. That reminded me a lot of my paternal grandmother who, together with my biological grandfather, fled from Berlin in 1938, after Kristallnacht, (the night of broken glass), in which the Nazis broke all the windows of the shops belonging to Jews and many they were lynched. My grandmother helped several friends and acquaintances who were intellectuals and Jews to escape to Holland before that country was invaded.

CG: I started working with the Sierra Club as a volunteer 7 or 8 years later to try to prevent the development of oil and gas extraction through hydraulic fracturing in the state of Nevada. This was originally as an activist with the support of the Sierra Club, and then I was offered a job.

What Sierra Club initiative or campaign are you working on?

CG: I work for the Our Wild America Lands, Water & Wildlife campaign. The campaign to protect public lands, parks, waters, and wildlife.

As an environmentalist, to what extent do you think climate change is affecting the Hispanic community both in Nevada and in the United States?

CG: Unfortunately, the history of racism in the US has disproportionately affected the Hispanic community. When I was 4 or 5 years old living here in Las Vegas I began to suffer from respiratory problems and asthma, due to being exposed to so much pollution produced by the smoke from the cars. The gasses were concentrated in the lower parts of the valley, in depressed areas where Hispanic communities with fewer economic resources are. That is something that still affects us very much in the state of Nevada today. It is a recurring problem seen in many parts of the country and is reflected in the high rate of respiratory illnesses and other pollution-related ailments in communities of color and Hispanics that are concentrated where there are many highways or factories.

What should happen to give greater visibility to Hispanic communities and add voices to the problem of climate change and environmental justice. Or do you think it's not happening?

CG: Of course, it's happening. That is precisely why I am here. There are many organizations in southern Nevada dedicated to organizing Hispanic communities to fight climate change, such as Green Latinos or Make the Road Nevada that advocate for immigrant rights and environmental justice. But there is much, much work to be done so that these communities have the same opportunities that I had, and that others have had. Unfortunately, that is where environmental racism is manifested in this country. We have to work much more in the education of Hispanic and low-income communities. Teach them that they have the power to influence and change government policies to improve the quality of life in their communities. It is necessary to open space for them in other sectors within the Sierra Club and other organizations that are dedicated to the protection of the environment, to give Hispanics a voice, and that they can assume leadership of their own actions, so they can give their points of view, tell their stories, and inspire others to join the environmental cause.

Speaking of conservation, in your experience, how do Hispanics experience nature? Is it different from how other non-Hispanic communities experience it, and what would you do to encourage them to join organizations like the Sierra Club that are dedicated to protecting nature?

CG: The enjoyment of nature excursions that I have seen are very similar among all the communities, the only thing that I see differently is that certain sectors of the Hispanic community, especially those that have Indigenous blood and are more aware of their roots, show much more respect for nature-based beliefs. There are many people in Hispanic communities with low economic resources who do not have access or a way to experience nature, unlike White communities, who do have more economic resources. We are trying to combat that in the Sierra Club campaign that I work on, Our Wild America Lands, Water & Wildlife, helping to connect many Hispanic families with nature, taking them on excursions, and teaching them how to protect the environment. Also how public lands are managed while teaching them the wonders of wildlife. Unfortunately, many do not know these natural areas because they are afraid. Mainly the first-generation immigrants, who entered the United States crossing the desert, almost dying of hunger and thirst. That's why they don't see the desert as a good thing. But even so, I have had to take them outdoors, for example to an area where we are protecting Joshua trees, a type of desert tree, and they liked it.

What would you do on a personal level so that more Hispanic communities go out on more excursions to nature and join the fight against climate change and are in favor of environmental policies? If you wanted to achieve at least one goal, what would it be?

CG: I would create policies that give the Hispanic community greater access to nature through public transportation that runs on clean, renewable energy. Unfortunately, access to natural areas is difficult because you have to have a car to get to them. I would advocate for city, local, and state governments to initiate policies to expand public transportation to national parks. In Las Vegas, we have some that connect to public transportation, but it's very limited, there's little access to the more remote areas of Nevada. If the Hispanic and lower-income communities had greater access to the environment, I assure you that they would be more interested in wanting to protect it. Because that happened to me. That is why I dedicated myself to this, and I am very passionate about protecting the environment. I know that if we give the Hispanic community access to outdoor spaces, they will also fall in love with nature as I did.

CG: I want to get protection for another national monument north of the Mesquite Nevada area, which is called the East Monument Mountain and Tule Desert where there are forests of Joshua trees. We need to protect the mountains, valleys, and forests where the rivers that flow into the Colorado River begin, such as: the Clover Mountains Wilderness, the Dixie National Forest in Utah, the Kaibab Plateau National Forest in northern Arizona, and others that contribute to increasing the level of its waters and the flow of the Colorado River. Unfortunately, the overuse of water, the explosion of suburban housing, inefficient agriculture, and the misuse of water in golf courses, has absorbed and used so much water that the same river is now unable to reach the Sea of ​​Cortez. Just a generation ago the Colorado River was so big that they had to use boats and irons to cross it.

CG: I have been very lucky, I believe that I have been destined by the universe, as the Indigenous wisdom of the Ojibwe says. I have many friends here in Las Vegas who are members of the Paiute Tribe of Southern Nevada. I worked and grew up with them, learning from their knowledge of nature and their culture. I believe that I am in this position to continue advocating not only for the protection of the environment but also to preserve the Indigenous culture and practices that have allowed them to live in harmony with the environment and that we have destroyed.