Donde menos lo esperas, surgen chispas que avivan la lucha contra la desigualdad ambiental y el cambio climático, personas jóvenes capaces de cambiar al mundo.
Katherine Lorenzo, o Kati, como todos le llaman, es una joven activista ambiental con una amplia sonrisa y larga cabellera ensortijada.
Su entusiasmo y determinación es como una descarga eléctrica, cuando explica por qué tenemos que construir un mundo más justo para todos, donde el respeto al medio ambiente no sea algo secundario, sino vital para entender la relación entre el planeta, las comunidades y su entorno natural.
Trabaja como coordinadora de programas en Energy Foundation una ONG en Las Vegas, Nevada, dedicada a la lucha contra el cambio climático buscando la forma de acelerar la transición hacia la energía 100% limpia y renovable.
Kati se siente muy orgullosa de ser Afro-Latina, pues tiene la sabiduría, la herencia y el sabor de ambos mundos. Ella es de origen dominicano y, al igual que la inmensa mayoría de los Latinos, proviene de una cultura donde los recursos son limitados o escasos y se ha desarrollado una verdadera preocupación sobre el derroche y la justicia ambiental.
Ella cuenta que su abuela siempre le decía: no desperdicies el agua, apaga la luz, o reutilizaba los envases de un solo uso, como el de la mantequilla para guardar alimentos. Así, aprendió desde muy jóven a administrar los recursos con prudencia.
Desde que era una estudiante de escuela secundaria surgió su preocupación por el medio ambiente, y sobretodo por la desigualdad social que la ha llevado a ser una destacada activista ambiental, defendiendo a las comunidades menos favorecidas.
Kati declara que mucha gente Blanca no Hispana cree que a las comunidades Latinas no les importan los problemas del medio ambiente. Algo totalmente falso, producto del racismo abierto y encubierto, pues muchas de esas comunidades de bajos ingresos sufren desproporcionadamente los efectos de la contaminación o la furia de los elementos debido a la crisis climática.
Las consecuencias de esa exposición diaria es que la mitad de estas familias que viven en estas comunidades Negras o Latinas, sufren en carne propia, en mayor proporción, enfermedades terribles como asma, o distintos cánceres entre otros tantos horrores.
Kati se unió como voluntaria durante la primera campaña presidencial de Barack Obama. Estudió ciencias políticas en la Universidad de Nevada Las Vegas y ha trabajado con grupos de defensa como Mi Familia Vota.
Trabajó en una exitosa campaña promovida por la ONG Chispa Nevada llamada ‘Clean Buses Healthy Niños’ en la que se unió al esfuerzo de reunir firmas y presionar a líderes locales de más de 11 estados para lograr que los autobuses escolares que funcionaban con diesel, un combustible muy contaminante y cuyos gases son respirados por los niños, fuesen reemplazados por autobuses eléctricos.
El trabajo actual de Katherine como coordinadora en Energy Foundation,va mucho más allá de buscar fondos para promover la energía 100% limpia y crear conciencia sobre la importancia para las generaciones actuales y futuras sobre el cambio climático. Se trata por un lado de mostrarle al resto del país, que existe otro país dentro de éste, muy distinto, habitado por gente que sufre a diario la discriminación y la injusticia ambiental.
Es una lucha ardua, pues hay muchos intereses y dinero de por medio, Pero hay una semilla plantada, que ha sobrevivido a todo y cada vez más Latinos se unen a ésta, no solo en defensa del medio ambiente, sino de sus derechos y sus propias comunidades.
El Sierra Club celebra el mes del Black History Month promoviendo los esfuerzos de activistas como Katherine Lorenzo, que defienden la justicia medioambiental como el derecho de las comunidades a vivir en un entorno limpio y saludable, conservando, el agua, el aire, los recursos naturales y teniendo un acceso justo y equitativo a la naturaleza.
ENGLISH TRANSLATION
Katherine Lorenzo: 100% Afro-Latina and Environmental Activist
Where you least expect it, sparks arise fueling the fight against environmental inequality and climate change, young people capable of changing the world.
Katherine Lorenzo, or Kati, as everyone calls her, is a young environmental activist with a wide smile and long curly hair.
Her enthusiasm and determination is like an electric shock, when she explains why we have to build a fairer world for all, where respect for the environment is not something secondary, but vital to understand the relationship between planet-communities and their environment.
She works as a program coordinator at the Energy Foundation, an NGO in Las Vegas, Nevada, dedicated to the fight against climate change, looking for ways to accelerate the transition to 100% clean and renewable energy.
Kati is very proud to be an Afro-Latina, as she has the wisdom, heritage, and “sabor” of both worlds. She comes from the Dominican Republic, and like the vast majority of Latinos she comes from a culture where resources are limited or scarce and have developed a real concern about waste and environmental justice.
She says that her grandmother always told her: do not waste water, turn off the light, or reuse single-use containers, such as butter containers to store food. Thus, she learned from a very young age to manage resources wisely.
Since she was a high school student, her concern for the environment arose, and especially for social inequality that has led her to be a prominent environmental activist, defending less favored communities.
Kati herself states that many non-Hispanic White people believe that Latino communities do not care about environmental issues. Something totally false, a product of open and covert racism, since many of these low-income communities suffer disproportionately from the effects of pollution or the fury of the elements due to the climate crisis.
The consequences of this daily exposure is that half of these families who live in these Black or Latino communities, suffer in their own flesh, in a greater proportion, terrible diseases such as asthma, or different cancers among many other horrors.
Kati joined as a volunteer during Barack Obama's first presidential campaign. She studied political science at the University of Nevada Las Vegas and has worked with advocacy groups like Mi Familia Vota.
She worked on a successful campaign promoted by the NGO Chispa Nevada called 'Clean Buses Healthy Children' in which he joined the effort to gather signatures and pressure local leaders from more than 11 states to make school buses that run on diesel, a very polluting fuel and whose gases are breathed by children, were replaced by electric buses.
Katherine's current work as coordinator at the Energy Foundation goes far beyond seeking funds to promote 100% clean energy and raising awareness of the importance to current and future generations of climate change. On the one hand, it is about showing the rest of the country that there is another country within, very different, inhabited by people who suffer discrimination and environmental injustice on a daily basis.
It is an arduous fight, because there are many interests and money involved, but there is a seed planted, which has survived everything and more and more Latinos join this fight, not only in defense of the environment, but of their rights and their own communities.
The Sierra Club celebrates Black History Month by promoting the efforts of activists like Katherine Lorenzo, who defend environmental justice as the right of communities to live in a clean and healthy environment, conserving water, air, natural resources and having equal access to nature.