Versión adaptada de Fabián Capecchi de la autobiografía de María Elena Moyano traducida por Diana Miloslavich Tupac y publicada por University Press of Florida
Al cumplirse el mes del Black History queremos hacer un homenaje a algunos destacados Afro-Latinos que han luchado por los Derechos Humanos, los derechos de la mujer y el medio ambiente, incluso entregando sus vidas.
La violencia es el lenguaje que utilizan quienes no entienden, ni quieren entender absolutamente nada sobre la importancia de los Derechos Humanos y prefieren el racismo y la discriminación para imponerse sobre los demás a sangre y fuego.
María Elena Moyano, fue una destacada activista pacifista, luchadora social y defensora de los derechos de las mujeres, conocida popularmente como Madre coraje, que nació en la ciudad de Lima y fue una víctima más de esta absurda ignorancia.
Su madre fue su gran ejemplo de vida e inspiración, le inculcó valores, la importancia de ayudar a los demás y la fe necesaria para nunca desmayar, al luchar sola contra la pobreza y la discriminación para levantar a sus siete hijos.
Por otra parte, la Iglesia Católica fue la institución que la ayudó a entender la importancia de la solidaridad y el compromiso social, convirtiendo la lucha contra la adversidad en un propósito de vida.
De origen humilde y forzada por la dictadura militar tuvo que emigrar a temprana edad con sus 6 hermanos y su madre hasta un pueblito llamado Villa El Salvador.
En su autobiografía recuerda su primera noche en Villa El Salvador de la siguiente manera: "Eran cuatro esteras como un cuadrado y una encima. Recuerdo que hacía mucho viento y de noche casi se salía el techo . Era todo oscuro y sólo se escuchaba el silbido del viento. No teníamos ni una vela”.
Al mudarse al barrio residencial de Miraflores en Lima conoció a su esposo, que trabajaba como vigilante. En la capital estudió hasta el segundo año de Sociología. Viviendo allí fue testigo de la discriminación racial y social, debido a sus raíces afro-peruanas como por su extracción humilde; hecho que motivó su regreso a Villa El Salvador.
De regreso al pueblo, se dedicó a dar clases a niños y ayudó creando la fundación del club de madres Micaela Bastidas, fue directora de la misma por tres años.
En 1986, se convirtió en Presidenta de la Federación de Mujeres de Villa El Salvador (Fepomuves) ayudando a empoderar a las mujeres, a defender sus derechos. Moyano tuvo un papel central en las distintas organizaciones de mujeres, tales como los comedores populares, las postas médicas, los proyectos para personas de bajos recursos y las campañas de salud durante la epidemia de cólera.
Su trabajo a favor de las reivindicaciones sociales y el derecho de las mujeres, pronto ganó el respeto y admiración de todos, por enfrentarse sin miedo a las autoridades, para hacer valer sus derechos.
En 1985 el Papa Juan Pablo II visitó Villa El Salvador como ejemplo de buena autogestión y al año siguiente recibió junto al alcalde Michel Azcueta el premio Príncipe de Asturias.
En 1989 fue elegida Teniente Alcaldesa de Villa El Salvador en la lista de la Izquierda Unida, IU. Durante su gestión y como respuesta al llamado “fujishock” en 1991, un programa del gobierno del presidente Fujimori que eliminó todos los subsidios alimentarios y disparó los precios y el costo de vida hasta 400 por ciento, salió a las calles a protestar, encabezando la marcha de las ollas vacías.
En aquel momento Perú vivía momentos difíciles. El terrorismo se había apoderado del campo, mientras el gobierno atropellaba a todos para detenerlo.
Su oposición a la violencia le hizo ganar poderosos enemigos, pero también mucho prestigio. La prensa la empezó a llamar Madre Coraje y la eligió como personalidad del año 1990.
Un movimiento armado de ultra-izquierda llamado Sendero Luminoso se sintió desafiado por María Elena Moyano, quien también era de izquierda, pero no creía en la violencia ni el terror como forma de lucha, sino en que los cambios deben hacerse de forma gradual en democracia, ayudando a las personas a entender que tienen derechos y deben ejercerlos, no destruyendo.
El 14 de febrero de 1992 María Elena Moyano presidió, como acostumbraba, una marcha por la paz contra el llamado "paro armado" de Sendero Luminoso. Al día siguiente Moyano fue asesinada frente a sus hijos.
Una multitud de más de 300 mil personas asistieron a su entierro para expresar su dolor.
La muerte de Moyano significó el fin de una larga lucha contra la pobreza, el hambre y el terrorismo. Su muerte ocupó la primera plana de gran parte de los periódicos capitalinos. Pero su lucha inspiró a muchos, y logró que Moyano trascendiera la muerte y se convirtiera en el símbolo del coraje, la resistencia y el heroísmo.
Hoy día es considerada en Perú, como una heroína de la lucha por los Derechos Humanos, de la mujer y contra la pobreza.
El Sierra Club quiere hacerle este merecido homenaje a esta valiente mujer Negra y Latina cuyos valores y lucha no flaquearon ante el poder ni la violencia.
ENGLISH TRANSLATION
María Elena Moyano: Life and death of an environmental activist
On the occasion of Black History month, we want to pay tribute to some outstanding Afro-Latinos who have fought for Human Rights, women's rights and the environment, even giving their lives.
Violence is the language used by those who don’t understand, nor want to understand absolutely anything about the importance of Human Rights and prefer racism and discrimination to impose themselves on others by blood and fire.
María Elena Moyano, was a prominent peace activist, social fighter and defender of women's rights, popularly known as Mother Courage, who was born in the city of Lima and was one more victim of this absurd ignorance.
Her mother was her great example of life and inspiration, who instilled in her values, the importance of helping others and the necessary faith to never give up, fighting alone against poverty and discrimination to raise her seven children. .
On the other hand, the Catholic Church was the institution that helped her understand the importance of solidarity and social commitment, becoming a life purpose in the fight against adversity.
Of humble origins and forced by the military dictatorship, she had to forcibly emigrate at an early age with her 6 siblings and her mother to a small town called Villa El Salvador.
In his autobiography he recalls his first night in Villa El Salvador as follows: "There were four mats like a square and one on top. I remember that it was very windy and at night the mat roof almost came off. It was all dark and only the whistling of the wind. We didn't have a single candle."
Upon moving to the residential neighborhood of Miraflores in Lima, she met her husband, who worked as a security guard. In the capital she studied up to the second year of Sociology. Living there she witnessed racial and social discrimination, due to her Afro-Peruvian roots as well as her humble background; a fact that motivated her return to Villa El Salvador.
Back in town, she dedicated herself to teaching children and helped create the foundation of the Micaela Bastidas mothers' club, being the director of this organization for three years.
In 1986, she became President of the Women's Federation of Villa El Salvador (Fepomuves) helping to empower women to defend their rights. Moyano played a central role in various women's organizations, such as soup kitchens, health posts, projects for low-income people, and health campaigns during the cholera epidemic.
Her work in favor of social demands and the rights of women, soon won the respect and admiration of all, for fearlessly facing the authorities, to assert her rights.
In 1985 Pope John Paul II visited Villa El Salvador as an example of good self-management and the following year she received the Prince of Asturias award together with Mayor Michel Azcueta.
In 1989 she was elected Deputy Mayor of Villa El Salvador on the list of the United Left, IU. During his administration and in response to the so-called fujishock in 1991, a program of President Fujimori's government that eliminated all food subsidies and shot up prices and the cost of living up to 400 percent, he took to the streets to protest, leading the march of empty pots.
At that time, Peru was going through difficult times. Terrorism had taken over the countryside, while the government ran over everyone to stop it.
Her opposition to violence and women's empowerment earned her powerful enemies, but also a lot of prestige. The press began to call her Mother Courage and chose her as personality of the year 1990.
An ultra-left armed movement called Sendero Luminoso felt challenged by María Elena Moyano, it was also from the left, but it did not believe in violence or terror as a form of struggle, but rather that changes must be made gradually in democracy, helping people to understand that they have rights and must use them, not destroying it.
On February 14, 1992, María Elena Moyano, as usual, presided over a march for peace against the so-called "armed strike" of Sendero Luminoso. The next day Moyano was murdered in front of her children.
A crowd of more than 300,000 people attended her funeral to express her grief.
Moyano's death marked the end of a long struggle against poverty, hunger and terrorism. Her death occupied the front page of most of the capital's newspapers. But her struggle inspired many, and she managed to make Moyano transcend death and become the symbol of courage, resistance and heroism.
Today she is considered in Peru as a heroine of the fight for Human Rights, women and against poverty.
The Sierra Club wants to pay this well-deserved tribute to this brave Afro Latina woman whose values and struggle did not waver in the face of power or violence.