“Suficientemente Bueno para Puerto Rico”


Planta carbonera de AES en Guayama, Puerto Rico

(English)

Por José A. Menéndez

Mientras que se desvanecen los recuerdos de los huracanes Irma y María de la memoria de quienes viven en el continente, una nueva actitud parece surgir entre los líderes electos y legisladores —la situación puede que no sea buena, pero es suficientemente buena para Puerto Rico. Quizá no sea bueno que miles de ciudadanos de Estados Unidos sigan sin electricidad ocho meses después del huracán, pero es suficientemente bueno para Puerto Rico. Puede que no sea bueno que todavía no sepamos exactamente cuántas personas murieron en María e Irma, pero es suficientemente bueno para Puerto Rico.

Recientemente, nos enteramos de que el nuevo CEO de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) cree que la sucia, contaminante energía carbonera que daña la salud de todos diariamente es buena para Puerto Rico. No es lo suficientemente buena para el público del continente, donde el carbón está dando paso a la energía limpia. Pero aparentemente, Walter Higgins, el CEO elegido para dirigir nuestro mayor ente público, cree que es buena para nosotros.

El mes pasado, el Sr. Higgins criticó la SB773, una medida propuesta en el Senado de Puerto Rico para eliminar el carbón para el año 2028. El Sr. Higgins declaró falsamente que la electricidad generada por el carbón es más económica que la generada por medios limpios. Los legisladores puertorriqueños están tratando de que nuestra política energética progrese más allá del contaminante y caro carbón. El Sr. Higgins nos impide avanzar.

Este es un momento crucial para el futuro energético de Puerto Rico. La recuperación tras el huracán es nuestra mejor oportunidad para elegir un sistema descentralizado de energía eléctrica en lugar de reconstruir el viejo de combustibles fósiles importados. Y la verdad es que el Sr. Higgins está equivocado. La energía solar en mucho más económica para Puerto Rico que el carbón importado.

Hay dos factores claves que debemos conocer sobre la energía solar. Primero: La electricidad de la energía solar es más barata que las del carbón y el petróleo. Según el Departamento Federal de Energía y consultores independientes, el costo de la energía solar es de 4 ó 5 centavos por kilovatio/hora (kWh). Cuesta 8 centavos por kWh la energía carbonera de la planta de AES en Guayama, la cual el Sr. Higgins quiere mantener abierta. Puerto Rico no tiene yacimientos de carbón ni petróleo, lo cual significa que esos combustibles tienen que importarse, lo cual a su vez incrementa los costos y la dependencia energética de la isla. La AEE puede reducir la cuenta de la luz de todos invirtiendo abundantemente en la energía solar y reduciendo la cantidad de los sucios carbón y petróleo que importa a la isla.

Segundo: Debido a los avances de la tecnología de manufactura y economías de escala, el costo de generar electricidad con la energía solar ha declinado rápidamente en los últimos años. De hecho, según la información más reciente de la industria eléctrica, el costo de la energía solar se ha reducido un 86% en diez años. Ninguna otra fuente de energía ha disfrutado de la misma magnitud de reducción de costos que la solar, y continuará descendiendo en años venideros. La energía solar es en la que los generadores inteligentes están invirtiendo. Gracias a ella, clientes de California, Texas, Florida, Arizona y muchos otros estados disfrutan de energía limpia y renovable, tarifas más bajas, y una base fiscal más amplia para escuelas y gobiernos locales.

Aquí en Puerto Rico no nos podemos permitir más arrojar dinero a grandes plantas centralizadas de combustible fósiles. En su lugar, debemos actuar con la mayor celeridad para que el suministro eléctrico de la isla sea local, renovable y resiliente, y debe poder distribuirse de tal manera que, cuando vengan más huracanes, la totalidad del sistema no pueda desmoronarse de un solo golpe. Al Sr. Higgins se le ha encargado limpiar una década de incompetencia, no insistir en los mismos errores que nos han llevado a esta crisis.

Todas las declaraciones que hizo el Sr. Higgins a la Legislatura sobre el costo de la energía limpia fueron erróneas. Me preocupa profundamente que la persona ahora encargada de liderar nuestra compañía eléctrica en la recuperación tras los huracanes parezca saber tan poco sobre las tecnologías de la resistente energía limpia. Los puertorriqueños ya no dependen de líneas terrestres para su servicio telefónico, ni de caballos y carretas para su transportación. ¿Por qué deberíamos estar anclados a una fuente de energía inventada hace más de un siglo que contamina el aire y daña la salud pública?
 
Necesitamos un director de la AEE que reconozca que el futuro de nuestra red eléctrica está en la energía solar, el almacenamiento en baterías y otras tecnologías limpias. Las ideas obsoletas del Sr. Higgins sobre la energía limpia podrían valer para otras compañías, pero no son lo suficientemente buenas para Puerto Rico.

José A. Menéndez es presidente del Sierra Club de Puerto Rico.