(Foto: Green For All)
Mientras aumentan los ataques contra el Plan de Energía Limpia y otras políticas de energía limpia, un nuevo análisis del Sierra Club de datos laborales del Departamento de Energía acerca de todo el sector energético demuestra el papel crucial de la energía limpia en la creación de empleo en el país.
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Los empleos de energía limpia —incluyendo los solares, eólicos, la eficacia energética, la red eléctrica inteligente y el almacenamiento en baterías— superan ampliamente el número de empleos de las industrias petrolera, carbonera y gasera. Esto incluye empleos en la generación de energía, minería y extracción. Nacionalmente, los empleos de energía limpia superan a los de la industria de combustibles fósiles en un ratio de 2,5 a 1; y exceden todos los empleos carboneros y gaseros 5 a 1.
El análisis también demuestra que 41 estados y el Distrito de Columbia (el 80% del total) tienen más empleos de energía limpia que empleos de combustibles fósiles de todas las fuentes.
Algunas de las brechas más amplias en las que los empleos de energía limpia superan a los de combustibles fósiles se encuentran en grandes economías como Florida, Carolina del Norte, Michigan, Virginia, Wisconsin, Georgia, Ohio, Tennessee, Pennsylvania e Indiana. Ahora mismo, solo nueve estados tienen más empleos en la industria de combustibles fósiles que en la de energía limpia, mientras que solo seis tiene más en carbón y gas que en energía limpia, pero el crecimiento de esta sugiere que este no será el caso en un futuro cercano.
EMPLEOS EN ENERGIA LIMPIA VS EMPLEOS EN ENERGIA SUCIA
Energía Limpia: 72%
Petróleo: 14%
Gas: 10%
Carbón: 4%
DATOS:
Todos los datos incluidos en este análisis, el cual está basado completamente en informes de 2017 del Departamento de Energía y en números de estados individuales, se ofrece en fuente abierta en este vínculo.
CONCLUSION:
Los legisladores a menudo asumen incorrectamente que los empleos energéticos provienen solo del carbón, petróleo y gas natural. De hecho, está claro que los empleos energéticos del presente y el futuro están abrumadoramente en el sector de energía limpia. Las políticas de incentivación e inversión en la energía limpia tienen el potencial de crear millones de empleos en todo Estados Unidos, mucho más que el sector de combustibles fósiles.
Mientras tanto, los ataques contra políticas clave diseñadas para fomentar aún más la economía de energía limpia —como el Plan de Energía Limpia (PEL)— están profundamente erradas si se proponen hacer crecer la economía y crear empleo. De hecho, estas últimas serían contraproducentes en este sentido.
LA VIA HACIA EL FUTURO
Los empleos de energía limpia ya dominan el espacio laboral energético, y la transición hacia una economía alimentada por energía limpia se encuentra solo en sus etapas iniciales. Gracias al acelerado progreso a niveles estatales y locales, mucho más queda por ver. Por ejemplo, más de 20 ciudades de todo el país —desde Salt Lake City, Utah, hasta Georgetwon, Texas— se han comprometido a consumir un 100% de energía limpia para el año 2030, y estados como Massachusetts y California están considerando hacer lo propio. Mientras tanto, otros estados, como Nueva York y Oregón, ya se han encaminado hacia la completa eliminación de las plantas energéticas de carbón.
HACIENDO FUNCIONAR LA ENERGIA LIMPIA PARA LOS TRABAJADORES:
Mientras esta transición ocurre, sin embargo, tenemos que asegurarnos de que los beneficios de la economía de energía limpia se compartan equitativamente y que los empleos y oportunidades que cree ofrezcan salarios dignos, beneficios de seguro médico y representación sindical (unions) para los trabajadores.
No podemos permitirnos repetir los errores del pasado, y para ello debemos asegurarnos desde el principio de que los trabajadores tengan estabilidad laboral, oportunidades de promoción y opciones seguras hacia la clase media. Esto significa apoyar estrategias laborales sensatas, como políticas comerciales responsables, proyectos de acuerdos comerciales, acuerdos de beneficios comunitarios, la neutralidad de los empleadores en el establecimiento de sindicatos, contratación local, aprendizaje y preaprendizaje laborales sindicados, y esfuerzos para abrir estas oportunidades a comunidades de color y de bajos ingresos.
La decidida inversión en la capacitación laboral también es crucial, especialmente si consideramos que casi el 75% de los empleadores del sector energético tiene dificultades en contratar a trabajadores capacitados, según datos del Departamento de Energía.
La justicia ambiental también es importante. Uno de los beneficios cruciales que está en peligro por el rechazo del PEL es que esta iniciativa se desarrolló asegurándose de que se invirtiera en las comunidades más impactadas por la contaminación en todo el país. Amenazar el PEL significa abandonar a esas comunidades.
JUSTICIA PARA TODOS:
Está claro que los beneficios de la transición hacia la energía limpia tienen que distribuirse de manera que traten a los trabajadores y sus comunidades justamente para que todos se beneficien.
En la práctica, esto significa trabajar incansablemente para asegurarnos de que los intereses de las comunidades y trabajadores que históricamente han dependido de los combustibles fósiles sean prioritarios en todas las etapas de transición hacia una economía de energía limpia. También significa acceso equitativo y económico a los beneficios de la economía de energía limpia para comunidades de color y bajos ingresos, y rendición de cuentas democrática por parte de la industria de energía limpia.
ELABORADO POR EL EQUIPO DE MEDIOS DEL SIERRA CLUB